"Se han movilizado a 96.000 efectivos", sobre todo en misiones de prevención, pero también de vigilancia en las carreteras para evitar las infracciones en la circulación, señaló Le Roux durante un desplazamiento al departamento de Sena Marítimo (noroeste).
Según las primeras cifras filtradas, el dispositivo de seguridad de la última noche del año estará compuesto por 52.600 policías, 36.000 gendarmes y 7.000 militares de la misión Sentinelle, que patrullan las calles, instituciones sensibles y centros estratégicos por todo el país.
Se espera que más tarde se ofrezcan mayores precisiones en una visita del titular de Interior y de su colega de Defensa, Jean-Yves Le Drian, a agentes y militares desplegados en zonas turísticas del centro de París.
Un responsable policial citado por "Le Figaro" destacó que "los dispositivos de seguridad tienen en cuenta el riesgo terrorista, y en particular los nuevos modos de operar como la utilización de un vehículo o un camión como arma".
Una alusión a las enseñanzas de atentados como el de Niza el 14 de julio o el de Berlín el pasado día 19, que se han traducido en la instalación de "elementos pasivos" como vehículos o bloques de hormigón -en algunos casos decorados, como en Estrasburgo- en los posibles accesos de áreas peatonales de fuerte afluencia.
Para tener una visión de conjunto e intentar detectar situaciones anormales, habrá helicópteros que sobrevolarán las grandes aglomeraciones que se prevén en Nochevieja, empezando por la avenida de los Campos Elíseos de París y sus alrededores, donde se esperan a unas 600.000 personas en los fuegos artificiales.
Unos fuegos artificiales que el pasado año fueron anulados a título preventivo ante la gran conmoción que persistía apenas mes y medio después de la cadena de atentados que golpearon la capital francesa la noche del 13 de noviembre.
En la Nochevieja de 2015, las autoridades organizaron un despliegue "excepcional" de más de 100.000 efectivos en toda Francia. EFE
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