BARCELONA.- El dispositivo policial que se ha desplegado este lunes en varios distritos de Barcelona ha permitido desmantelar una de las mafias más conflictivas de Ciutat Vella: la de los dominicanos.
Este grupo llevaba años atemorizando a los vecinos del barrio del Raval, como bien ha reflejado Metrópoli en numerosas ocasiones. Cabecillas de la mayoría de narcopisos del centro, los dominicanos habían tejido a lo largo de todo este tiempo una gran red criminal en la capital catalana. Hasta este lunes.
Entradas en 10 puntos de venta
La situación en esta zona de Barcelona los últimos meses era desesperante. Los vecinos llevaban tiempo advirtiéndolo a policías, políticos y a medios de comunicación. Parece que este lunes, por fin, se les hizo caso: más de 200 agentes de Mossos d’Esquadra, junto a Guardia Urbana, tomaron a lo largo de la mañana las calles de Ciutat Vella, Sants-Montjuïc y Eixample.
El objetivo era la entrada y registro de varios locales y domicilios fichados como puntos de venta de droga activos. En total, los agentes irrumpieron en 10 de estos puntos, además de en tres domicilios y dos locales.
Calle d’en Roig, calle Botella, Sant Pau… Eran varias las calles infestadas por la mafia, que instalaban en cada puerta de los locales con los que se hacían cámaras de seguridad para vigilar el tráfico callejero y estar alertas ante la posible presencia policial.
Los dominicanos controlaban la mayoría de locales de Ciutat Vella y cuando se percataban de que alguno estaba vacío, actuaban para meterse, a veces de forma violenta.
De hecho, los vecinos se han llegado a enfrentar a ellos cara a cara. Los afectados por este clima de inseguridad también hicieron piña para avisar a la policía ante el más mínimo movimiento de okupación de los bajos.
Lucha contra el narcotráfico
Varias personalidades del mundo policial y municipal han aplaudido la actuación de este lunes. La subjefa de la comisaría de Mossos de Ciutat Vella, Patricia Duran, ha subrayado la importancia de este operativo, que se ha podido realizar tras una investigación liderada por el Grupo Regional de Investigación de Salud Pública de Barcelona en enero de este año. Durán ha remarcado la «colaboración ciudadana» sin la que la investigación no habría salido adelante.
Por su parte, el intendente jefe de la comisaría de Guardia Urbana de Ciutat Vella, Carlos Alcaraz, ha puesto en valor que detrás de cada narcopiso hay una afectación «muy grave» en la calle, la escalera y los comercios de alrededor, ya que, según él, cada consumidor necesita delinquir para conseguir su dosis, principalmente a través de pequeños hurtos.
«Confianza»
El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha remarcado la «tarea fantástica» de los cuerpos de seguridad que han participado en el operativo, y ha afirmado que la lucha contra el tráfico de drogas es una constante que el gobierno municipal quiere combatir, pero con rigor, tal y como se ha hecho con el operativo de este lunes.
«El mensaje que enviamos a la ciudadanía es de confianza, para que tengan constancia del rigor y profesionalidad de nuestra policía. Y en definitiva, es un paso más en esta lucha que no finaliza nunca contra el gran problema de la droga, que está detrás de los hechos criminales que se producen en Barcelona», ha concluido Batlle.






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