Por Luis Ramón López
MOCA, Espillat.-En el corazón del parque Duarte, se alza majestuosa la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, símbolo de fe, historia y arquitectura para el pueblo mocano.
Más que un templo religioso, este santuario es considerado por generaciones como la madre espiritual de todos los mocanos, un espacio sagrado que guarda en sus muros los ecos de la devoción, la cultura y la identidad de todo un pueblo.La Iglesia Nuestra Señora del Rosario, declarada Patrimonio Cultural Nacional en el ano 2011, tiene sus raíces en los albores del siglo XIX, cuando Moca, era aún una villa en formación. Los primeros habitantes, movidos por una profunda fe mariana, levantaron un modesto oratorio de madera y techumbre de cana dedicado a la Virgen del Rosario, cuya imagen fue traída desde España por los primeros colonos y se convirtió rápidamente en símbolo de protección y esperanza.

La iglesia comenzó a construirse en 1905, e inaugurada oficialmente el 6 de octubre de 1929, fecha elegida para coincidir con la fiesta de la Virgen del Rosario. En ese momento, era el presidente de la República Horacio Vásquez.
En 1946, un sismo muy fuerte afectó la estructura, provocando la caída de sus torres principales. Posteriormente, estas torres fueron reconstruidas, aunque con modificaciones en cuanto a altura y diseño, para adaptarse a las nuevas condiciones estructurales.
Con el paso de los años, aquel pequeño templo dio paso a una estructura más sólida, que resistió incendios, huracanes y reconstrucciones. Su última gran remodelación, realizada en el siglo XX, dotó al edificio de una imponente fachada neoclásica, con torres gemelas, arcos ojivales y vitrales coloridos que narran pasajes bíblicos y escenas de la vida de la Virgen.
La Iglesia Nuestra Señora del Rosario no solo es un centro de fe, sino también una joya arquitectónica reconocida por su valor histórico y estético. Su diseño combina elementos coloniales con toques modernistas que reflejan el espíritu creativo y resiliente de los mocanos.
En su interior, la luz que atraviesa los vitrales ilumina el altar principal donde reposa la venerada imagen de la Virgen del Rosario, patrona de Moca. Los detalles en madera tallada, los frescos en el techo y la sobriedad de su estructura la convierten en uno de los templos más hermosos del Cibao.
Cada columna, cada banca y cada rincón respiran historia: bodas, bautizos, misas solemnes y actos patrióticos han tenido lugar bajo sus bóvedas, haciendo del templo un testigo silencioso de los momentos más importantes de la vida mocana.
ELEMENTOS PATRIMONIALES Y SIMBÓLICOS DE LOS MOCANOS
Los elementos patrimoniales y simbólicos que guarda en su interior este hermoso templo religioso, como símbolo de identidad, se destaca que fue declarado Patrimonio Cultural en el año 2011, al conmemorarse el centenario de la muerte del presidente Ramón Cáceres, cuyos restos reposan en la iglesia, junto a los de su padre, el General Manuel Altagracia Cáceres, y héroes nacionales como José Contreras, Cayetano Germosén, José Inocencio Reyes, José María Rodríguez y el padre Calixto María Piña.
Arquitectónicamente, la iglesia Nuestra Señora del Rosario, presenta un estilo gótico labrado, con torres frontales, ventanas de arco ojival, vitrales decorativos y estructura acorde con las iglesias de mediados de siglo XX, en edificaciones religiosas de la región. Su fachada y disposición interior combinan elementos de tradición histórica con las adaptaciones luego de los sismos.
La Iglesia Nuestra Señora del Rosario, más que un templo religioso, es el corazón espiritual, histórico y sentimental del pueblo de Moca. En torno a su patrona, la Virgen del Rosario, se han tejido por más de un siglo los valores de fe, unión y esperanza que identifican al pueblo mocano, convirtiéndose en una figura central de su vida religiosa y cultural.
Cada mes octubre de cada año, las fiestas patronales, en honor a la Virgen del Rosario, reúnen a familias, parroquias, comunidades y barrios enteros, en un acto de devoción que trasciende lo meramente religioso para convertirse en una expresión viva de identidad popular. Los mocanos no solo veneran a la Virgen como protectora espiritual, sino también como símbolo de arraigo, tradición y solidaridad, que los une más allá de las diferencias sociales o políticas.
En las oraciones, procesiones, novenas y misas solemnes que acompañan su festividad, se percibe el profundo respeto y amor del pueblo hacia su patrona, considerada madre protectora en los momentos de dolor, guía en la adversidad y fuente de consuelo y esperanza. La iglesia, por su parte, se convierte en un punto de encuentro entre la fe y la historia, donde convergen generaciones enteras que han crecido bajo la mirada serena de la Virgen del Rosario.
En las costumbres cotidianas, su presencia se manifiesta en altares familiares, promesas, cantos y plegarias que forman parte del acervo espiritual del mocano, un pueblo reconocido por su religiosidad, civismo y sentido comunitario.
Así, la Iglesia Nuestra Señora del Rosario no solo representa un monumento patrimonial, sino el refugio del alma colectiva de Moca, donde la fe se hace cultura y la devoción se convierte en herencia viva que pasa de padres a hijos.






No hay comentarios:
Publicar un comentario