ATENAS.- El periódico griego Ta Nea suspendió hoy su edición indefinidamente, por primera vez en sus 86 años de existencia, mientras el grupo al que pertenece, Lambrakis Press Group (DOL), se hunde por el bloqueo judicial de todas sus cuentas bancarias a demanda de sus acreedores.
"Se desconoce si el número 21.701 (próxima edición de Ta Nea) se publicará o cuando será", informó hoy la página web de To Vima, el otro gran periódico de DOL, y cuyo futuro también está en entredicho.
La página web añadió que es posible que Ta Nea salga el sábado 11 de febrero "si hay dinero para pagar el papel".
El número 21.700 de Ta Nea apareció este miércoles con las fotos de sus periodistas en portada bajo el titular "Estamos aquí".
Junto con Ta Nea suspendió su funcionamiento anoche el portal informativo de DOL, in.gr, uno de los más importantes de Grecia.
Este martes el Tribunal de Primera Instancia de Atenas bloqueó, de forma preventiva todas las cuentas bancarias de DOL hasta el 3 de marzo cuando será examinada la demanda de sus acreedores de tomar el control del grupo.
El tribunal rechazó la demanda de los 500 trabajadores del grupo de excluir del bloqueo una cuenta bancaria que permitiera el pago del papel y del coste del impresión para los dos periódicos y las revistas de DOL, así como parte de los siete meses de salarios atrasados.
Ta Nea se publicó por primera vez, bajo el nombre Athinaiká Nea (Las Noticias de Atenas), el 28 de mayo de 1931 y bajo su nombre actual desde 1945.
A lo largo de estos 86 años su publicación nunca fue interrumpida y durante décadas fue el periódico más leído en Grecia.
El grupo DOL tiene deudas acumuladas con los bancos por valor de 180 millones de euros, a lo que hay que sumar otros 20 millones que debe a empleados, fondos de la seguridad social y a proveedores.
A finales del año pasado los bancos exigieron a DOL un incremento de capital de 9 millones euros a cambio de seguir financiándolo, algo que su propietario y CEO, Stavros Psijaris, no hizo.
En los últimos cinco años DOL despidió al 40 % de su personal y redujo en un 50 % los salarios de los trabajadores restantes.
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