Muchas hojas amontonadas, ramas y demás residuos de los arboles allí presentes. Fuentes “de agua” disfuncionales y demás descuidos, es lo que se nota al acudir la Plaza de la Cultura, uno de los lugares más visitados de la capital dominicana donde aún varias personas lo utilizan como espacio de recreación.
Algunos de los visitantes que allí van a realizar diferentes actividades exhortaron a las autoridades correspondientes dar mantenimiento a las áreas abandonadas, principalmente colocando lámparas en las inmediaciones, debido a la oscuridad que hay dentro del lugar una vez se oculta el sol.
“Es súper oscuro de noche”, dijo Milenia mientras paseaba su mascota en los senderos del parque. Indicó que también han sido cortados muchos árboles, los cuales no reponen, y si lo hacen no les dan seguimiento, por tanto se secan y no lograr crecer.
Paseo de los Músicos”, una de las áreas más frecuentadas de la plaza, ya que limita con la avenida Máximo Gómez y está próxima a la estación del metro Casandra Damirón, no presenta signos de que reciba un mantenimiento adecuado. En el lugar también hay una fuente que está deshabilitada y abandonada.
Además, se perciben las mismas condiciones de abandono en la explanada donde se encuentran ubicadas las estatuas del poeta dominicano Fabio Fiallo y Andrés Bello, un polímata venezolano.
Aunque en las inmediaciones del lugar no se constató basura de desechos a la intemperie, hay decenas de bolsas negras con la basura recolectada donde estaba arrojado un cuadro que dice: leer es avanzar.
Sigue siendo visitada
A pesar de que desde el 2018 no se realiza allí la Feria Internacional del Libro, la Plaza de la Cultura sigue siendo uno de los lugares más visitados debido a su ubicación en el centro de la ciudad.
Muchos acuden a tomar aire fresco, a jugar fútbol, correr patines y hacer ejércitos.
Otros visitantes deciden estudiar en el área para mayor concentración, como es el caso de un estudiante de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) que expresó que deberían tener baños públicos y reforzar la seguridad.
La parte que limita con la avenida Pedro Henríquez Ureña se encuentra en remodelación donde se observó un constante movimiento de obreros que aparentemente les dan los toques finales al museo del hombre dominicano que se encuentra en el lugar.
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