Mitos llevan a pacientes al uso de “métodos folclóricos” para curar diabetes”

El endocrinólogo  Felix M. Escaño, especialista en nutrición, aseguró que la  diabetes mellitus es una de las enfermedades con más mitos en la historia de la medicina y que en el país todavía se impone entre los pacientes el uso de brebajes para “curar la diabetes”.

Explicó que  la medicina folclórica del pasado se impone en gran proporción en pacientes cuando se le diagnostica esta condición, por lo que recurren  a  tizanas y brebajes como la hoja de insulina, la cola de caballo, la flor de cundiamor, entre otros recursos naturales con los que se  pretende “curar la diabetes”.

Dijo que lo mismo ocurre con la alimentación, lo que hace que la industria de alimentos se aproveche de las debilidades nutricionales del diabético, ofertando productos “colesterol free”, bajos en calorías, sugar free, light, que deben ser cuidadosamente seleccionados por el paciente diabético y su familia, por lo que recomienda preguntar siempre a su médico de la bonanza de esos productos.

El especialista en manejo de la diabetes, señaló que hoy en día se maneja la nutrición del diabético según sea el “índice glucémico” de cada alimento (o sea el aumento del azúcar en la sangre luego de ingerir comidas), porque cada alimento sube el azúcar en mayor o menor proporción.

Señaló que las falsas creencias hacen que sea  muy frecuente  el “rechazo” al uso de la insulina, “doctor, la insulina me deja ciego, me daña la vista, algo muy falso pues la realidad es que la insulina además de bajar el azúcar de la sangre, reduce el nivel de azúcar en el líquido de los ojos, y produce alteraciones visuales transitorias que se superan en pocos días”, dijo.

Dijo que antes del descubrimiento de esa hormona, la vida del diabético era “muy corta”, pues las infecciones, el coma diabético y la desnutrición eran las causas más frecuentes de muerte en esos pacientes.

Explicó que el diabético debe cumplir con tres orientaciones undamentales para darle fuerza  a su organismo que son obedecer las indicaciones en cuanto al tratamiento de su médico que van dirigidas a mantener niveles adecuados de glucemia, colesterol, ácido úrico, enzimas hepáticas, entre otros; realizar 30 minutos diarios de ejercicios en cualquier forma y ser  honrados con su alimentación y consumo de bebidas.