Moscú (Rusia).- El presidente ruso, Vladímir Putin, se mostró este miércoles alarmado por el alto número de lanzamientos espaciales fallidos tras el fiasco esta madrugada de la inauguración oficial del nuevo cosmódromo Vostochni.
"Sí, por supuesto, pese a todos sus defectos, Rusia sigue siendo líder en número de lanzamientos, eso es un dato estadístico, eso está bien. Pero el hecho de que nos topemos con un gran número de problemas, es algo malo", dijo.
Putin, que hizo estas afirmaciones durante una reunión celebrada en el mismo cosmódromo, situado cerca de la frontera china en la región de Amur, se mostró interesado en conocer las conclusiones de los especialistas, según medios locales.
"Sin lugar a dudas, hay que extraer lecciones. Debe haber una oportuna reacción de los profesionales" de la industria espacial, dijo y agregó que no tiene intención de "interferir" en el trabajo de la comisión.
Tras revisar los primeros informes sobre lo ocurrido, destacó que el problema no está en el estado del cosmódromo, presentado como el más moderno del mundo, pero que aún está inacabado, sino en la industria de cohetes.
Pese a todo, admitió que al desarrollar nuevas tecnologías es normal que ocurran fallos y prometió que el sector siempre contará con el apoyo del Estado.
El primer lanzamiento espacial desde el nuevo cosmódromo ruso Vostochni fue aplazado esta madrugada en el último momento por problemas técnicos, según informó la agencia espacial, Roscosmos.
El cohete portador, un Soyuz-2.1a, debía poner en órbita la sonda Aist-2D y el satélite científico Lomonósov, diseñados para estudiar las capas exteriores de la atmósfera, además del microsatélite SamSat-218D.
Vostochni fue construido para aligerar la carga de lanzamientos que soporta el de Baikonur, que Rusia alquila a Kazajistán, y garantizar la independencia del programa espacial ruso.
EL nuevo cosmódromo será la plataforma de lanzamiento de los distintos módulos del nuevo programa lunar ruso, cuyo objetivo es alcanzar el satélite de la Tierra en 2029.
Inicialmente, la inauguración de Vostochni estaba prevista para finales del pasado año, pero fue aplazada personalmente por Putin debido a los retrasos en la obras, salpicadas por un escándalo de malversación de fondos públicos que obligó a incoar varios casos penales.
Al respecto, Putin advirtió hoy de que si se demuestra la culpabilidad de aquellas cuatro personas sospechosas de corrupción, entonces "habrá que cambiar la cama caliente por las literas de una prisión".
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