Santo Domingo.– La gastronomía vuelve a convertirse en la gran protagonista de las celebraciones navideñas y de fin de año en la República Dominicana, donde la mesa familiar reúne sabores que forman parte de la identidad cultural del país.
Aunque las tradiciones varían según las costumbres y posibilidades de cada familia, la mayoría de los dominicanos coinciden en un menú festivo que combina recetas ancestrales con influencias internacionales.
Platos tradicionales y su importancia en la cena navideña
Entre los platos infaltables sobresale el cerdo asado o lechón, considerado el corazón de la cena de Nochebuena. También se sirve pollo o pavo asado como alternativas para acompañar los clásicos moro de guandules y el tradicional arroz navideño con pasas y almendras
La ensalada rusa, en sus versiones con papas, zanahorias, manzanas o remolacha, completa el plato principal que cada 24 y 31 de diciembre ocupa un lugar central en los hogares dominicanos.
Otros alimentos emblemáticos de la temporada son los pasteles en hoja, los pastelitos, los kipes, las empanadas de yuca, los pastelones, y el tradicional pan telera, que solo aparece en los comercios durante estas semanas festivas.
Bebidas y dulces típicos que acompañan las festividades
La lista de imprescindibles también incluye bebidas típicas como el ponche, con o sin alcohol, y el tradicional licor de mandarina, además de dulces que van desde el turrón hasta los populares platos de frutos secos, nueces, gomitas, manzanas, uvas y peras, que decoran mesas y salones familiares.
A medida que las temperaturas descienden y las ciudades se llenan de luces, los puestos de frutas también reflejan el espíritu navideño con racimos de uvas, mandarinas, peras y manzanas colgando como adornos, una tradición arraigada desde décadas atrás.
Tradiciones y símbolos navideños en la República Dominicana
Las celebraciones, que se extienden hasta el Día de Reyes, también abarcan tradiciones como instalar un Nacimiento en el hogar o colocar charamicos, artesanías de madera en forma de árboles, estrellas y figuras alusivas a la temporada.
Aunque el nivel socioeconómico influye en la variedad y abundancia de los alimentos que llegan a la mesa, la esencia permanece intacta: reunir a la familia alrededor de los sabores que han marcado generaciones.
Así, la Navidad y el fin de año dominicano continúan celebrándose con el mismo espíritu de unión, identidad y sabor que distingue al país en estas fechas.






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