Diversos estudios y enfoques nutricionales destacan que el consumo regular de cebolla puede contribuir al buen funcionamiento de la vejiga y las vías urinarias, ayudando a reducir procesos inflamatorios y a combatir bacterias gracias a sus propiedades antimicrobianas. En el caso de los hombres, estos compuestos pueden apoyar la salud prostática, especialmente como complemento dentro de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
Pero el beneficio no termina ahí. Las cáscaras de ciertas frutas, frecuentemente desechadas, concentran antioxidantes que ayudan a proteger las células, mejorar la circulación y fortalecer el sistema inmunológico. Combinadas con alimentos como la cebolla, pueden favorecer un mejor flujo urinario y ayudar a prevenir infecciones recurrentes.
Especialistas en nutrición recuerdan que estos remedios naturales no sustituyen tratamientos médicos, pero sí pueden ser un excelente apoyo preventivo. Incorporar cebolla cruda o cocida en la alimentación diaria, junto con infusiones elaboradas a partir de cáscaras bien lavadas de frutas, es una práctica sencilla que suma bienestar.
En tiempos donde la salud preventiva cobra más valor que nunca, la cebolla vuelve a ocupar un lugar protagónico: un alimento humilde, accesible y poderoso, que demuestra que muchas veces los mejores aliados para el cuerpo están en la cocina de casa.






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