Piojos Afectan a los niños y los adultos por igual

Cuando la nena, quien tiene 5 años de edad, escucha hablar de piojos, baja el rostro, se entristece y se aísla. Su madre descubrió que tiene piojos, pero por más remedios caseros y de la farmacia que le aplica, su abundante y larga cabellera sigue anidando colonias de estos bichos.

“Ya yo no sé qué hacer. No encuentro qué ponerle a la niña. Pero es que cuando mato esos pájaros, le aparecen de nuevo como por arte de magia, porque sus amiguitas de la escuela y del barrio tienen la cabeza llena de piojos... porque aquí en San Cristóbal hay una plaga metida”, dijo una señora que pidió reservas de su nombre.

Añadió que la única alternativa que le queda es cortarle el pelo a la niña, pero las veces que lo ha intentado, la pequeña se pone a llorar porque sueña con tener la melena de la princesa de Disney, Rapunzel.

En un recorrido que hicieron reporteros de Listín Diario en barrios más humildes de esta ciudad, pudieron constatar que abundan los piojos en niños y adultos.

Sin embargo, la persistencia de esta plaga es porque la gente que la tiene se siente avergonzada y teme que le digan piojoso. Entre los barrios donde hay incidencia de niños y adultos con piojos se destacan Jeringa, Las Flores, Puerto Rico, Moscú, Cinco de Abril, La Cucaracha, Los Molina y La Suiza.

También los casos de piojos abundan en barrios de Haina, donde la gente trata de liberarse de ellos utilizando champú para perros, vinagre y cualquier otro remedio que la gente le indica, pero no se liberan de ellos.

“Hace poco yo sentí picazón en la cabeza y era algo extraño. Le dije a una de mis hermanas que me chequeara y me encontró piojos y huevos o liendres, lo cual me dio hasta náusea”, dijo una doctora.

Contó que previo a ese día, encontró piojos en la cabeza de su niña, pero que ha sido una lucha para deshacerse de esos bichos, porque vuelve y se infecta en la escuela. “Una sobrina vino a visitarme con sus hijos, desde Santo Domingo... terminaron infectados de piojos”, explicó.  

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LA GENTE CALLA POR VERGÜENZA
NO QUIEREN QUE SE SEPA
Como si tener piojo fuera una deshonra, la gente de los barrios, donde sus familiares ya fueron contaminados, niega tenerlo. Mientras los que aún están libres de esto, los adultos no quieren que sus hijos jueguen con sus amiguitos para evitar pasar las lucha que viven las madres de estos niños que tienen ese parásito en la cabeza. La gente dijo que la plaga se ha hecho resistente, porque tiene casi un año con ellos.