Las fiestas de carnaval han dejado cerca de 30 muertos por violencia y en accidentes directamente vinculados con la celebración en distintos estados de Brasil, según estimaciones oficiales provisionales.
El mayor número de muertos por violencia se registró en el estado de Sergipe (noreste), que reportó 22 homicidios en los cinco días de carnaval, entre el pasado viernes y la madrugada de ayer, cuando Brasil despidió oficialmente la celebración.
Además, el estado registró otras 18 muertes por accidentes de tráfico (siete) y ahogamiento en lagos, ríos y playas.
En Recife, las autoridades reportaron los asesinatos de dos jóvenes cuyos cuerpos aparecieron en el recinto dedicado al carnaval en el sur de la ciudad, en la misma zona donde el domingo murió una mujer durante un tiroteo.
En el estado amazónico de Parintins, la policía investiga la muerte de dos hombres que se encontraban en un carro alegórico que rozó un cable de alta tensión en la noche del lunes, y en Rondonópolis (Mato Grosso, sudeste) un joven murió esta madrugada tras recibir una descarga eléctrica cuando desmontaba un carro alegórico que había participado en los desfiles de carnaval.
En Rio de Janeiro, donde las autoridades aún no han divulgado cifras de víctimas, una turista argentina fue tiroteada el lunes cuando el vehículo en que viajaba, junto a su marido y una pareja de españoles, ingresó por error en una favela próxima al barrio de Santa Teresa.
Además, 32 personas resultaron heridas durante los desfiles del Sambódromo carioca, en las noches del domingo y el lunes, en accidentes que involucraron a las carrozas.
En las carreteras del estado de Sao Paulo se registraron al menos 18 muertos en accidentes ocurridos desde el viernes en la llamada operación "Carnaval 2017".
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