Santo Domingo.– Las lluvias asociadas a la tormenta tropical Melissa transformaron el Gran Santo Domingo en un escenario mixto de emergencia y celebración.
Mientras las autoridades activaban alertas y equipos de respuesta, en varios barrios el agua acumulada se convirtió en motivo de fiesta. Calles inundadas hicieron de "piscinas improvisadas" donde grupos, especialmente jóvenes, se lanzaron a bailar, beber y escuchar música bajo el aguacero.En sectores como El Torito, en Villa Mella, el asfalto cubierto de agua fue el centro de un teteo multitudinario. Allí, la música competía con el sonido de la lluvia, mientras motocicletas cruzaban charcos profundos y varios se sumergían hasta la cintura, celebrando entre risas y celulares grabando cada momento.
La escena se repitió en Cristo Rey, Los Ríos, Villas Agrícolas, Guachupita y Haina. En colmados, portales de casas y esquinas, se vieron grupos compartiendo bebidas alcohólicas y fumando hookah, indiferentes a las advertencias de protección civil.
"La atmósfera se mantiene muy inestable y es probable que las lluvias continúen. Recomendamos a toda la población mantenerse en lugares seguros", había insistido el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, en un llamado emitido horas antes.
Sin embargo, muchos optaron por permanecer en las calles.
Dos realidades bajo la misma tormenta
Mientras algunos celebraban el agua, otros enfrentaban pérdidas; Varias zonas reportaron vehículos parcialmente sumergidos, drenajes rebasados y basura desplazada por las corrientes, lo que agrava el riesgo de enfermedades y daños materiales.
Un patrón que se repite
Convertir las lluvias en fiesta no es una tendencia nueva. Durante eventos meteorológicos previos, como la tormenta Franklin en 2023, también se registraron celebraciones similares que incluso terminaron con personas atendidas por heridas y accidentes.
A pesar de ello, la dinámica parece arraigada en la cultura urbana de varios sectores: si hay agua, música y tiempo libre, el festejo no se suspende.
Las medidas continúan
Mientras el Distrito Nacional y varias provincias se mantienen en alerta roja, el Gobierno dispuso la suspensión de clases y el cese de actividades presenciales en instituciones públicas y privadas en las zonas de mayor riesgo.
Las autoridades recomiendan no cruzar corrientes de agua, evitar zonas propensas a deslizamientos y mantenerse atentos a los boletines oficiales.
Sin embargo, en los barrios donde el sonido de las bocinas supera el de los truenos, la fiesta sigue corriendo por las calles... igual que el agua.
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