Doña Ramona Guance cumplirá 108 años el próximo 5 de abril y su deseo primario es que el presidente Luis Abinader le conceda una ayudita económica para comprar sus medicamentos para la presión arterial y poder alimentarse mejor.
Pese a sus precarias condiciones, no ha sido beneficiada por ninguno de los programas de ayuda que ejecuta el gobierno desde el inicio de la pandemia. Tampoco cuenta con un seguro médico, ni está en los programas de adultos mayores que desarrolla el Consejo Nacional para la Persona Envejeciente (CONAPE) .
“Un chequecito es que quiero yo que el Presidente me dé para no estar mortificada”, solicitó Ramona Guance al mandatario.
Dice que con ese “sueldito” que le pongan, cuando sus hijos no tengan nada que darle podrá gestionar préstamo, porque ya tendría con qué pagar.
Guance fue una de las longevas que contó su secreto de vida a Listín Diario, como parte de la serie de reportajes La Vida de los Centenarios, realizada en el 2019.
Cuando el equipo de Listín Diario la visitó en junio del 2019, caminaba con bastante agilidad e incluso bajaba los escalones de su casa sin dificultad.
A poco más de un año de esa entrevista, su condición es distinta. Ya necesita sujetarse a un bastón para moverse. Pero conserva un buen estado de ánimo y una voz potente. Ayer, cuando volvimos a visitarla en su apartamento del sector Villa Consuelo, del Distrito Nacional, estaba desayunando con un pastelito de harina y queso.
Ella explicó que había preparado un chocolate pero que necesitaba comer algo salado.
Vive con su hijo, Pedro, quien trabaja ebanistería, pero durante la pandemia del covid 19 la situación económica de la familia fue empeorando, debido a que, solo ha podido hacer “chiripas”.
Ese hijo es que la atiende y le prepara la comida antes de salir a trabajar.
Pedro, su hijo, comentó que en una ocasión la inscribió en el centro del Consejo Nacional de Envejecientes (CONAPE) que está cercano, pero nunca ha recibido apoyo. Viven en Villa Consuelo, en un apartamento que le dio el gobierno de Balaguer, en 1992, como damnificada del huracán David, ocurrido en 1979, que la obligó a abandonar su natal Palenque, en San Cristóbal.
LOS GUSTOS
Secreto de longevidad
En una entrevista en 2019, doña Rosa, su apodo, contó que le gusta comer de todo, “hasta cañón vacío”, cuando tiene hambre, pero que si pudiera elegir, le gusta el pescado, las carnes , el arroz y la habichuela.
Su secreto de larga vida, además de criarse con abundante comida, ha sido vivir tranquila y calmada. Tuvo 14 hijos, que ayudó a criar realizando labores agrícolas, porque enviudó cuando los muchachos estaban pequeños. Solo le quedan 5 vivos.
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