La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) informó que el punto de venta de drogas donde fue asesinado el coronel Daniel Ramos Álvarez había sido intervenido 20 veces, y en estas operaciones fueron incautados allí narcóticos y se produjeron arrestos, siendo el último operativo el día 20 de diciembre.
La información fue ofrecida ayer por el vocero de la DNCD, Carlos Devers, quien además dijo que en los operativos del punto de venta de narcóticos del sector Santa Cruz, de Baní, ese ente iba detrás de su presunto dueño, Rafael Antonio Díaz, de alias “Buche”.
“En todas hemos incautado drogas y nos hemos llevado detenidos; en todas hemos ido buscando a Buche”, dijo el vocero de la entidad antinarcóticos.
Respecto a las declaraciones del senador Wilton Guerrero, quien manifestó que el asesinado coronel Ramos Álvarez fue una víctima de la confabulación de la DNCD, dijeron que ninguno de los legisladores que han hecho denuncias de ese tipo se han acercado a la entidad, y recordó que a través de República Digital, hay una plataforma desde donde se pueden hacer denuncias y que la entidad está obligada a dar respuestas.
Guerrero ha planteado que la DNCD “lo que hace es proteger a los narcotraficantes en Baní, incluso haciéndoles labores de inteligencia a las autorida des, espiando los pasos que daba el coronel Ramos en la Policía para combatir el narcotráfico y los puntos de drogas, y dándole esa información a los delincuentes”.
El coronel Ramos Álvarez fue herido de bala cuando se encontraba en la escena donde supuestamente operaba un punto de drogas.
El coronel fue asesinado el martes 8 de enero de dos disparos en el pecho cuando poco después de haber llegado al sector Santa Cruz, de Baní, donde operaba el punto de drogas.
Por su asesinato están detenidos Rafael Antonio Díaz y Estiben Milcíades Ruiz González, este último fue arrestado en el sector La Ciénaga, en Santo Domingo Oeste.
Los dos oficiales que participaron en el operativo, y dejaron abandonado el cuerpo de Ramos Álvarez, son el teniente coronel Matías Brazobán y al capitán Marcelino Arias, ambos suspendidos y bajo investigación por haber dejado a su compañero abandonado.
Son perseguidos varios sospechosos de vínculos con la muerte del oficial
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