.


noticia principal

                                                                 

Efemérides

54Grado.com :Hoy es lunes 24 de noviembre del 2025 . Faltan 37 días para el año 2026. Temperatura: la máxima estará entre 31 °C y 33 °C y la mínima entre 22 °C y 24 °C :.... Efemérides Nacionales: 1869. Es fusilado por tropas del Presidente Buenaventura Báez el luchador contra la anexión a España Julián Belisario Curiel. 1881. Es promulgada la Constitución reformada por el Congreso de Plenipotenciarios, que elimina la exigencia de que para aspirara a la presidente era necesario ser dominicano de nacimiento y origen. 1900. El Poder Ejecutivo establece los códigos de Comercio y Procedimiento Civil. 1903. Un movimiento armado liderado por Carlos Morales Languasco, derroca al presidente Alejandro Woss y Gíl, tomando posesión inmediata y convocando a elecciones, las cuales ganó con el apoyo de los seguidores de Horacio Vásquez y Juan Isidro Jiménes. 1911. Mediante el decreto 4963, el presidente Ramón Cáceres, regula el establecimiento de líneas telefónicas urbanas para "todo el que lo desee", previa autorización de la Secretaria de Estado de Fomento y Comunicaciones, sujetándose a algunas condiciones. 1916. Continúan los desembarcos de tropas militares norteamericanas, sin el anuncio formal de intervención al Presidente de la República, Francisco Henríquez y Carvajal. 1933. El joven escritor vegano, Juan Bosch Gaviño, publica Camino Real, su primer libro de cuentos. 1936. El ex-militar y guerrillero antitrujillista Rafael Enrique Blanco Sosa, se suicida en la en la sección Aguacate Arriba, de Gaspar Hernández, cuyo cadáver fue exhibido en la plaza pública de Santiago. 1962. El Presidente Rafael F. Bonnelly, abre el Congreso Sindicalista del Frente Unido Pro Sindicatos Autónomos (FOUPSA), primera organización sindical de carácter nacional de la nueva etapa en la vida dominicana. 1994. El Congreso Nacional declara al ex presidente profesor Juan Bosch, Maestro de la Política y Gloria Nacional. 2018. Fallece a la edad de 89 años, el historiador Emilio Cordero Michel, quien fue presidente de la Academia Dominicana de la Historia. 2020. Fallece a la edad de 71 años, el maestro de la Medicina dominicana, Dionisio Soldevila, quien obtuvo fama mundial por sus descubrimientos en la medicina muscular, por lo que la comunidad científica bautizó con su nombre dos de los tejidos objetos de sus estudios. 2021. La República Dominicana anuncia que se prepara para lanzar al espacio su primer satélite, el cual contará con un sistema de cámaras de alta resolución que pronosticará la fecha, lugar y cantidad de sargazo que llegará a las playas del Caribe en cada temporada. 2022. El Senado de la República aprueba una resolución que reconoce a la República Popular China por sus "aportes y solidaridad" brindadas al país durante la pandemia, con la "donación y gestión de vacunas contra el Covid-19". Internacionales: 851. Se inician las persecuciones de cristianos en Al Andalus, bajo el reinado de Abderramán II. 1642. El navegante holandés Abel Tasman avista por primera vez la isla de Tasmania, la que bautizó con el nombre de Anthony van Diemenslandt, en honor de su gobernador general. 1713. Nace Fray Junípero Serra, evangelizador y misionero franciscano español. 1909. Nace la actriz y cantante argentina Libertad Lamarque. 1948. Un golpe militar depone al presidente de Venezuela Rómulo Gallegos. 1969. La nave espacial Apolo 12 regresa a la Tierra. 1976. En Turquía, un terremoto causa la muerte a unas 6,000 personas 1998. En Argentina es detenido el almirante Emilio Eduardo Massera, pro la apropiación de niños durante la dictadura militar. 2005. El ex presidente del gobierno español, José María Aznar, considera que el modelo de gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, es un peligro para Latinoamérica por atentar contra la libertad y la democracia. -El Papa Benedicto XVI pide fomentar el diálogo entre las culturas, como instrumento para alcanzar el desarrollo económico y liberar a la humanidad del hambre. 2014. En Honduras el candidato presidencial del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, gana las elecciones generales. 2016. Más de 80.000 personas son evacuadas de la comunidad Haifa (norte de Israel) por un incendio que amenazaba a una decena de barrios de la ciudad, enmarcada en una cadena de fuegos en el país, la cual investigan los servicios secretos ante las sospechas de que se trate de una ola de ataques palestinos. 2019. La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, firma una ley de convocatoria a nuevas elecciones que en principio fueron fijadas para el 3 de mayo, pero pospuestas por diversas razones, desde que el país no estaba preparado hasta el avance de la pandemia. 2020. La República Popular China reafirma su disposición a cooperar con la Organización Mundial de la Salud (OMS), continuando la negociación con el organismo sanitario para que un grupo de expertos viaje próximamente al país asiático a investigar sobre el origen del coronavirus. 2021. La enfermera afroamericana Niviane Petit Phelps, de 39 años y madre de tres hijos, es condenada a un año y un día de prisión por el juez José E. Martínez, tras ser aacusada de difundir a través de varios videos, amenazas de muerte contra la vicepresidenta de EE. UU., Kamala Harris. 2022. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), advierte que el 32,1% de la población total de América Latina, equivalente a 201 millones de personas, vive en situación de pobreza, de los cuales 82 millones (13,1 %) se encontrarán en pobreza extrema. - La periodista estadounidense Jean Carroll, que ha acusado públicamente al expresidente Donald Trump de violarla hace casi 30 años, interpone una denuncia por la vía civil en un tribunal de Nueva York, tras abrirse un periodo especial en el estado para buscar justicia por delitos sexuales que habían prescrito. 2024. Los candidatos del Frente Amplio, Yamandú Orsi y Carolina Cosse,, se convierten en los futuros gobernantes de Uruguay, tras vencer al aspirante oficialista, Álvaro Delgado, del Partido Nacional, por poco más de 90,000 votos, con el 98.65 % de los circuitos electorales escrutados (1,179,454 votos), según datos de la Corte Electoral. - El jefe de las bandas armadas en Haití "la G-9 y Familia", Jimmy Cherisier (Barbecue), asegura que su país necesita liberarse de la presión internacional ejercida por Estados Unidos, Canadá y Francia.

mausan y noticia en vivo

El Tiempo

                                                      

Las Caliente Noticias

Buscar este blog


 


 


 

domingo, 19 de julio de 2020

Tratando de sentirme digna de ser amada (mientras trabajo para una aplicación de citas)

The New York Times
Por fascinante que parezca, trabajar en el área de atención al cliente de una aplicación de citas tiende a ser repetitivo y ordinario. Durante cada turno de ocho horas, a menudo me siento como una suerte de robot-porrista mientras intento responder las quejas y calmar las ansiedades de los aficionados a las citas digitales en todo el mundo.

Mi título oficial de contratación —colaboradora de experiencia comunitaria— me hizo pensar que tendría conversaciones interesantes sobre el amor y las relaciones. En realidad, la gran mayoría de la “experiencia comunitaria” con la que termino lidiando involucra preguntas sobre reembolsos, contraseñas olvidadas y cuentas duplicadas. Intento responder de forma personal a cada usuario, pero, en la mayoría de los casos, para ser más eficaz, copio y pego las respuestas.
“¡Hola! Gracias por contactarnos. Echemos un vistazo a tu caso”.
“Hola, sentimos mucho que tengas una experiencia negativa”.
“¡Qué tal! Gracias por hacernos saber esto. ¡Nos encantaría ayudar!”.
Copiar, pegar, copiar, pegar, copiar, pegar. Hasta que haya alcanzado o superado mi cuota de respuestas por hora.
Ciertas preguntas rompen el patrón. He enviado mensajes a usuarios que temen que su pareja los engañe, a personas trans que desean cambiar su configuración de género, así como a hombres que se sienten desamparados y confundidos después de que varios usuarios dejaron de escribirles. Estos diálogos aportan una idea de humanidad que cambia el ritmo y me recuerda el posible impacto de mi trabajo. En medio de toda la ira y la insensibilidad está la ternura del anhelo romántico, el deseo universal de ser amado.
Esta oportunidad de trabajo surgió como un rayo de esperanza durante un verano muy triste. Era una recién graduada de la universidad y me recuperaba de una ruptura, tras haber deseado estar con alguien que no quería comprometerse conmigo.
Fue mi primera ruptura, pero, como mujer negra, la angustia no me resultaba extraña; este dolor me parecía conocido. Los síntomas son fáciles de identificar. Siempre comienza en la garganta, zumba en el pecho, desciende hasta el punto más bajo del vientre. Es agudo, denso, ardiente.
La primera vez que lo sentí fue en la primaria, en el autobús escolar, cuando dos chicos blancos me gritaron diciendo que era fea mientras me jalaban las trenzas recién peinadas. Estaba tan sorprendida que me quedé helada, esperando que la burla terminara.
El dolor reapareció en el bachillerato cuando una amiga me dijo que sería bonita si mi piel fuera más clara. Intenté evitar el sol ese verano y los veranos siguientes. No hace falta decir que no cambió nada.
A demasiadas mujeres negras se nos enseña que las fantasías románticas no nos pertenecen, que nunca somos la primera, la segunda ni siquiera la tercera opción de alguien y que deberíamos sentirnos afortunadas si alguien nos desea, lo cual realmente significa que deberíamos sospechar…
En el cine y la televisión, normalmente nos incluyen como la amiga de confianza o para aligerar una situación cómica. Programas recientes como “I May Destroy You” e “Insecure”, de HBO, plasman versiones más matizadas de nuestras variadas experiencias y, aunque estoy agradecida por estas historias, me sorprende el tiempo que ha debido pasar para que existan en los principales medios de comunicación.
El deseo romántico es complicado para todos, pero para nosotras es a menudo un asunto político. Casi todas las chicas negras que conozco tienen una anécdota de rechazo evidente por su negritud —o de haber sido desestimadas directamente, fetichizadas o descartadas de alguna otra manera con carga racial—.
Durante mi adolescencia, consumí mensajes que equiparaban mi valor a mi estado civil. Mi mamá y mis tías enfatizaron la importancia de ser una buena chica para poder ser una buena esposa algún día. Mis mentores cristianos evangélicos idolatraban la pureza sexual y el matrimonio. A los 16 años, comprendí que la validación de los hombres heterosexuales debía ser mi prioridad.
Sin embargo, los chicos que me gustaban aceptaban mi amistad, pero descartaban la posibilidad de salir con ellos. Mis amigos y los hombres de los que me enamoraba me decían abiertamente que no salían con mujeres negras, confesando esa verdad cortante tan fácilmente como si hablaran de los ingredientes que prefieren en su pizza.
Por eso, es difícil imaginar lo extraño que me resultó a mí, una chica negra insegura y recientemente abandonada, aceptar un trabajo en una aplicación de citas. Las primeras semanas fueron brutales, pues cientos de súplicas llenas de ansiedad inundaron mis buzones de entrada. Algunas personas que enviaban mensajes apresurados con una urgencia inquietante: “¡No estoy haciendo ninguna conexión!”, “¿Por qué nadie responde mis mensajes?”, “¿Soy fea?”, “¡No he tenido una cita en meses!”, “¡Esta aplicación es una estafa!”.
Al principio, no sabía cómo aplacar la ira de la gente y al mismo tiempo validarla. Con el tiempo, aprendí a buscar la humanidad en cada mensaje. Hay un elemento de total vulnerabilidad en alguien que le dice a un completo desconocido que “solo quiere ser amado”.
Me desplazaba a través de la efusión diaria de mensajes, tratando de no desensibilizarme, traduciendo mensajes como “No tengo nada de malo. Soy guapo, soy inteligente. ¡Algo está mal con su aplicación!”. en el tipo de preguntas que todos hacemos: “¿Soy lo suficientemente atractivo?, ¿Soy lo suficientemente inteligente?, ¿Algo está mal en mí?”.
A veces respondía con las palabras que más necesitaba leer yo misma. Mis supervisores me habían dicho que me dirigiera a la gente con amabilidad y precaución. A pesar de los clichés que enviaba, el sentimiento era auténtico. “Salir con alguien es muy difícil”, tecleaba. “Pero creo que te mereces una conexión significativa. A menudo solo toma tiempo encontrarla. ¡Te apoyo!”.
Mi manera cursi de animar a la gente normalmente me abría las puertas de los usuarios. “Gracias, eso significa mucho”, respondían, o “Sí, salir con alguien es muy difícil. Espero conocer a alguien pronto. ¡Deséame mucha suerte!”.
Aunque estaba practicando la empatía, no me engañaba pensando que estaba aprendiendo a hacer esto mejor que los demás. Una noche, en la cena, un amigo me preguntó si mi trabajo me ayudaba a dominar el arte de las citas.
Escupí mi bebida. “¡No, en absoluto! Estoy tan confundida como la gente con la que hablo".
Por supuesto, yo también usaba aplicaciones. Había aprendido todos los trucos para crear un perfil prometedor: retratos que muestran tu personalidad, biografías que terminan con una pregunta atractiva, una marca de verificación para mostrar que eres real. Podía ayudar a los demás, pero aún así no tenía ni idea de cómo mejorar mis probabilidades de gustarle a la gente en internet.
Y sabía que las probabilidades estaban en mi contra: algunas investigaciones han mostrado que las mujeres negras son uno de los grupos que reciben menos atención de cualquier categoría en las aplicaciones de citas. Sabiendo eso, es difícil tener fe. Una amiga blanca una vez me enseñó su perfil de citas y dijo: “Sé exactamente por qué estos chicos me eligieron”.
¿Cómo se sentiría saber que naturalmente eres el tipo de alguien o incluso el tipo de muchas personas? ¿Cómo se sentiría saber que te desean? Seguí reflexionando acerca de estas cosas hasta que mi asombro se endureció en el fondo de mi garganta: agudo, denso, ardiente.
Me acostumbré tanto al amor no correspondido y a ser la porrista de mis amigos no negros que buscaban el amor que empecé a creer que no había nadie para mí.
En cuanto empezaba a sentir cosas por alguien, me resistía, preparándome para la inminente decepción. Si un hombre expresaba interés, lo pensaba demasiado, hasta el punto del autosabotaje. Incluso cuando tuve mi primer novio, pasé la mayor parte de nuestra relación dudando de la autenticidad de su afecto. No sabía cómo ser deseada porque no creía que lo fuera.
Desde hace poco he mejorado en cuanto a aceptar el brillo de mi negritud y se ha vuelto más fácil sentirme segura acerca de mi identidad: no solo aceptarme, sino también celebrar y admirar la mujer que soy.
No obstante, sé lo suficiente para darme cuenta de que el amor propio, a pesar de todos sus beneficios, no puede darme un beso en la frente, no puede acercar su mejilla a la mía, no puede mirarme con cariño en medio de una habitación. Y, aunque finalmente creo que merezco ser amada, a veces aún dudo de que los demás puedan superar su condicionamiento social para creer que lo merezco también.
El Día de San Valentín de este año, tomé el turno de la noche y preferí reírme de lo absurdo de mis circunstancias. En vez de tomar de la mano a alguien que amaba, pasé la noche tecleando mensajes a otros que se apresuraban a salir para encontrar a quien tomar de la mano. Me sentí patética y sola, aislada de ese algo que les ayudaba a las otras personas a encontrar.
Conforme pasó la noche, una mujer negra me envió un mensaje simplemente para expresar su gratitud. A través de la aplicación, dijo, había encontrado a su novio ahora de mucho tiempo, algo que creyó que nunca le ocurriría.
Sonreí al ver las fotografías adjuntas de ella y su pareja, morenos y despampanantes en su amor. Me pareció que era una suerte de confirmación cósmica. Toqué mi pecho mientras comenzaba a escribir otra respuesta con clichés, pero todo lo que quería decir era esto: “Espero encontrar ese tipo de amor algún día yo también. Muchas gracias”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario


Noticias54

                             

Noticias