Las Escuelas Radiofónicas Santa María, además de darle una segunda oportunidad a miles de dominicanos para acceder a una educación de calidad, mediante una oferta curricular, ofrece un programa de educación “no formal”, donde pueden desarrollar sus habilidades y destrezas.
Es así como el proyecto Universidad Para Todos (UPT), que nace en enero de 1974 con un carácter práctico y que fomenta la participación de las comunidades, se convierte en el complemento de las Escuelas Radiofónicas para abordar temas, como: salud, medio ambiente, consejos prácticos para la familia, promoción de los derechos humanos, educación ciudadana y formación en áreas fundamentales de la vida humana.
Historia
En sus inicios estuvo a cargo de Pedro González Llorente y Mercedes Delgado. La idea era crear un plan sistemático de educación no formal, eminentemente práctico, que reuniera las siguientes características: ser un canal abierto para la participación popular, proporcionar información básica, elemental y práctica para ayudar a mejorar la vida diaria de las personas marginadas y no escolarizadas, así como recoger los valores propios de los grupos populares para integrarlos al diálogo social, a través de los medios de comunicación.
Su formato es el de una revista radiofónica o radio revista, es decir, un programa que combina temas de una variedad y los presenta en el formato que más se le acomoda. Estos temas son introducidos y luego comentados por dos locutores (un hombre y una mujer), que sirven de conductores durante todo el programa. Además, incluye canciones ente los espacios educativos para reforzar el mensaje.
Está dirigido a un público adulto, aunque contiene espacios para jóvenes, quienes a menudo conformar una alta audiencia.
En un artículo realizado por el fundador del programa, Pedro González Llorente, explicaba que los oyentes más fieles del programa son adultos estables de las comunidades, muchos de los cuales ocupan una posición de liderazgo dentro de los grupos y asociaciones comunitarias.
En adición a esto, destaca que los referidos utilizan los espacios transmitidos por la UPT para animar y orientar las reuniones de sus grupos y que, en ocasiones, graban en sus cassettes programas completos o secciones del programa, para luego discutirlos con los grupos.
Refiriéndose a ciertas diferencias en cuanto a la educación formal, puntualiza que, el programa no tiene control de audiencia, es decir, los oyentes no están “inscritos”. La audiencia es abierta. Sin embargo, se tiene un continuo contacto con las comunidades, grupos organizados y los individuos concretos, que son los que alimentan cada día el contenido del programa.
Aspectos fundamentales
El horizonte del programa desde sus inicios ha sido enseñar para el día a día, por eso se edificó teniendo como base los siguientes principios: educación práctica para la vida diaria, pasar de la palabra a la acción, dar al oyente oportunidad de la palabra y brindar apoyo a las organizaciones de base.
A diferencia de otras revistas radiales, UPT descarta automáticamente todo contenido que sea superficial y curioso, para recoger aquellos que tengan relación directa con la vida diar ia del oyente, es decir, que tengan profundidad y que afecte su vida positivamente o negativamente, y se encuentre sitiado en un contexto geográfico y temporal.
En referencia a la baja escolaridad de la audienc ia, exi s ten una cantidad de temas que se consideran básicos y elementales, de los cuales ellos nunca han recibido información seria, sino que lo que han aprendido son ideas populares o creencias sin base científica que no le aportan nada a su sabiduría.
Resultados En adición a esto, José Feliciano Pérez, responsable del departamento de ediciones de Radio Santa María, comenta que, aunque no se han medido los resultados obtenidos a lo largo del tiempo, de manera indirecta se puede detectar la influencia del programa a través del número de cartas y las llamadas recibidas (en una ápoca en la que no había internet ni celulares), la participación creciente en los concursos y actividades propuestas por Radio Santa María, las invitaciones a visitar comunidades para darse a conocer por la radio, intervenciones en los debates y problemas comunitarios, entre otros.
Algunos resultados generales, según Pérez, de manifiestan como impulso a las organizaciones de base en la región, principalmente en: asociaciones campesinas, clubes de amas de casa, tiendas populares, entre otros. Asimismo, en una red de comunidades rurales con alumnos en las Escuelas Radiofónicas, en idear procesos de educación sobre el concepto de ciudadanía, especialmente en momentos en que la situación política del país era particularmente inestable, y materiales y contenidos “con sabor a pueblo”, que servían de materia prima para la elaboración de otros programas.
Aportes
Haciendo referencia a los aportes que estas iniciativas dan a la sociedad, Pérez puntualiza los siguientes: promover la dignidad de ser “hombre o mujer de campo”, el valor de “ser” por encima de “tener”, impulsar el valor de la familia y la defensa de los derechos de la mujer, sobre todo a nivel rural; el fortalecimiento del sentido de responsabilidad ciudadana, promover el sentido del mercadeo con tiendas populares, que buscaban abaratar el costo del diario; la información agropecuaria y la ventana al mundo. También, asociaciones campesinas para promover mercadeo, solicitar préstamos, insumos, beneficios comunitarios, entre otras.
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