Un creciente número de mujeres migrantes denuncian que han sido violadas mientras cruzan la jungla del Darién —que separa a Panamá de Colombia— en su tránsito hacia Estados Unidos. Algunas cuentan estremecedores relatos en momentos en que una comisión legislativa panameña investiga por primera vez centenares de reportes de presunto abuso sexual contra mujeres y niñas durante ese flujo irregular.
El fin de semana, una haitiana de 25 años, acompañada de su esposo y su bebé de ocho meses, denunció ante miembros de la comisión que había sido abusada sexualmente delante de su pareja durante su reciente trayecto por la selva. El relato lo dio al llegar en una piragua a través de un caudaloso río a Lajas Blancas, uno de los centros de recepción de migrantes instalados en el Darién, adonde arribaron varios centenares más desde Bajo Chiquito, el primer poblado que encuentran los extranjeros tras cruzar la porosa región sin ley.
La diputada Zulay Rodríguez, quien preside la comisión, dijo durante la visita que se han recibido alrededor de 1.000 reportes de presuntos casos de abuso sexual desde que comenzaron a investigar hace dos meses.
“Es el diario vivir de las mujeres (migrantes) cuando son jóvenes, cuando tienen 20, 30 y pico de años”, señaló Rodríguez. A los agresores “no les importa violarlas delante de su pareja, delante de sus familiares... Esto demuestra indiferencia, esto demuestra un silencio cómplice” de parte de las autoridades, se quejó.
“Simplemente esto ha pasado por mucho tiempo y por muchos años”, agregó la legisladora, del gobernante Partido Revolucionario Democrático.
En un aparte con The Associated Press, la joven haitiana contó que sufrió la agresión sexual una tarde reciente. Aseguró que el atacante tenía el rostro cubierto y que le puso un arma de fuego en la cabeza.
La mujer mostró a la AP un documento de tres páginas que le expidió la organización Médicos sin Fronteras tras revisarla medicamente. El documento decía que se trataba de “un certificado médico de agresión sexual - Adultos y Menores”.
Por lo general la AP no identifica a las víctimas de abuso sexual.
El esposo de la haitiana, quien no quiso que lo nombraran por seguridad, dijo que no pensaban poner una denuncia ante las autoridades de investigación porque no podrían identificar al agresor.
La pareja, que había abandonado su país para marcharse a Brasil hace dos años, aseguró que también se quedó sin dinero porque el agresor les robó su plata y los celulares. Logró trasladarse de Bajo Chiquito a Lajas Blancas en bote a motor gracias a la ayuda de la policía fronteriza de Panamá.
La migrante cubana Liseydis Martínez narró a la AP que fue víctima de estafa en el poblado colombiano de Necoclí por parte de un hombre que se hizo pasar por militar y al que su esposo le entregó 1.500 dólares para que los trasladara junto a ellos y a sus dos hijos hasta Panamá.
Contó también que en Darién vio llegar a dos amigas cubanas sangrando, llorando y contando que fueron violadas.
“A mí gracias a Dios no me pasó, pero en el grupo que venía atrás venían cuatro cubanas y dos de ellas que llegaron ayer (viernes), las violaron y a una niña de 13 años haitiana, ¡Por Dios, es horrible!”, señaló.
“Ellas estaban mal... a los maridos le dieron golpe”, agregó Martínez, quien estaba en Lajas Blancas con su esposo y sus hijos de seis y tres años. Afirmó que buscan llegar a Estados Unidos para tener una mejor calidad de vida y ayudar a su familia en Cuba.
La diputada Rodríguez señaló que espera presentar en los próximos meses un informe sobre los abusos sexuales a mujeres y menores migrantes en la Comisión de Asuntos de la Mujer, la Niñez, la Juventud y la Familia de la Asamblea Nacional. Dijo que las denuncias las harán llegar al Ministerio Público y a organismos internacionales que se han interesado en las denuncias.
La comisión ha divulgado pequeños documentales sobre las denuncias de violaciones, robos y fallecimientos que sufren los migrantes con el fin de llamar la atención de las autoridades de investigación sobre los abusos que sufren los migrantes en su travesía por la peligrosa jungla darienita.
En lo que va del año han cruzado el llamado Tapón del Darién más de 100.000 migrantes, mayormente haitianos, en lo que representa el mayor flujo de ese tipo registrado en esa porosa región en algo más de una década. Las autoridades de investigación han encontrado al menos medio centenar de cuerpos de migrantes fallecidos durante ese trayecto este año.
La visita de la comisión legislativa se realizó el sábado en Lajas Blancas y San Vicente, adonde los migrantes son recibidos, se les da alimentación y atención médica mientras esperan el momento para desplazarse en autobuses a otro punto en la frontera de Panamá con Costa Rica.
La comisión también ha denunciado múltiples quejas de migrantes sobre supuestas irregularidades relacionadas con la alimentación, el abastecimiento de agua y el transporte. Los extranjeros tienen que pagar 40 dólares por su traslado a la frontera con Costa Rica.
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