Durante cuarenta minutos, el público del pabellón
Ellis Park Arena de Johannesburgo, en Sudáfrica, fue testigo de un gran
acontecimiento.
África lo merecía. Dio tantos grandes jugadores a la NBA que necesitaba, al menos por una vez, acoger un duelo en su continente.
El resto, ya había tenido sus momentos NBA.
Europa, América, Oceanía y Asia ya disfrutaron de la visita del mayor
espectáculo del mundo posible en el baloncesto. Sólo faltaba África y
por fin obtuvo su premio. Nombres como Pau Gasol, Marc Gasol, Kenneth
Faried, Chris Paul, Giannis Antetokounmpo, Luol Deng o Boris Diaw
trotaron por el parqué del Ellis Park Arena divididos en dos equipos.
Por un lado, el "Team World", con diez jugadores
de diferentes nacionalidades de la NBA. Por otro, el "Team África",
formado íntegramente por africanos o descendientes de éstos. Y todos
estaban unidos en un escenario muy simbólico.
La NBA no eligió Johanesburgo al azar. Es la
ciudad donde Nelson Mandela vistió por primera vez la camiseta de los
Springboks, el equipo de rugby sudafricano con el que rompió las
barreras entre blancos y negros. Juntos, espantando sus diferencias,
lograron en 1995 un histórico triunfo en el Mundial de Rugby de aquel
año.
Esa unidad es la que se vivió en el pabellón Ellis
Park Arena, donde el espectáculo primó sobre la lucha. Así debía ser,
sobre todo porque la pretemporada en la NBA ni siquiera ha empezado. La
competición se iniciará a mediados de octubre y el riesgo de una lesión
inoportuna evitó el baloncesto duro y de choque.
Con los pasillos de ambos equipos abiertos hacia
las dos canastas, los mates, los triples sin oposición y los "alley oop"
brillaron por su constante presencia. La avalancha de puntos y
emociones fue constante. Y, Pau Gasol, con su salto inicial, tuvo el
honor de dar el pistoletazo de salida al encuentro.
El jugador español se ha acostumbrado a dar saltos
históricos. Ya vivió uno con su hermano Marc en el "All Star" de la
pasada temporada y hoy se sumó otro tanto. Pau no para y en España ya le
esperan para afrontar el Europeo. Para alivio del técnico Sergio
Scariolo, no sufrió ningún daño.
Pero él no fue el gran protagonista del duelo. Ni
tampoco el resto de los jugadores. Ni Serge Ibaka, que vio trajeado el
choque desde la grada por culpa de una lesión. Los dos protagonistas
fueron Dikembe Mutombo y Hakeem Olajuwon, que con 49 y 52 años,
respectivamente, jugaron unos minutos del partido.
Ellos representaron a una gran parte de jugadores
africanos que triunfaron en la NBA. Y, además, fueron de los mejores con
permiso de Manute Bol. Sus minutos sobre el parqué fueron muy
especiales y eclipsaron al resto del duelo, que al final ganó el equipo
mundial tras una gran recuperación en el último cuarto.
Con diez minutos por delante y una desventaja de
77-62, el equipo de los hermanos Gasol logró un parcial de 14-0 que fue
una losa demasiado pesada para el equipo africano, que al final perdió
97-101. Sin embargo, esa derrota no alteró uno de los objetivos del
duelo. La NBA, en la que triunfan verdaderos atletas negros, por fin
pisó suelo africano y se hizo justicia.
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