Para apoyar una recuperación sostenible del COVID-19, la región de América Latina y el Caribe necesitaría urgentemente crear empleos decentes y construir un futuro más sostenible e inclusivo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Mucho se ha hablado ya de una economía de cero emisiones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible al año 2030, pero ¿qué conlleva esto para el sector laboral?
De acuerdo con un estudio de la OIT y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la transición a una economía de cero emisiones netas provocaría la desaparición de unos 7.5 millones de empleos en electricidad generada por combustibles fósiles, extracción de combustibles fósiles y producción de origen animal.
Sin embargo, son más los empleos que se generarían con este tipo de “economía verde”, donde se crearían cerca de 22.5 millones de empleos en la región en actividades productivas como la agricultura y producción de alimentos procedentes de plantas, la electricidad renovable, la silvicultura, la construcción y la manufactura.
La investigación denominada “El empleo en un futuro de cero emisiones netas en América Latina y el Caribe” revela que a medida que los países trabajan para proteger a sus ciudadanos del coronavirus, salvaguardar sus economía y prepararse para la recuperación, la transición hacia una economía verde ofrece la promesa de crear 15 millones de nuevos puestos de trabajo netos en América Latina y el Caribe.
La OIT y el BID, en su informe, destacan que una recuperación verde e inclusiva es esencial para ayudar a enfrentar la crisis climática, pero si no se actúa ahora, se podrían perder 2.5 millones de empleos en la región a raíz del estrés térmico por el calor hacia el año 2030.
La investigación arroja que más del 80% de los nuevos empleos que crearán los programas de descarbonización se darán en sectores que actualmente son dominados por los hombres.
“Las mujeres no se beneficiarán de la creación de empleo a menos que se aborde la actual segregación de género por ocupación”, lamentan los organismos internacionales.
¿Qué es la economía verde?
La OIT define los empleos verdes como “empleos decentes” que contribuyen directamente a la sostenibilidad ambiental, ya sea produciendo bienes ambientales o haciendo un uso más eficiente de los recursos naturales.
“Se espera que la transición hacia la sostenibilidad ambiental cree mucho más empleos verdes que contribuyan significativamente a la erradicación de la pobreza y a la inclusión social”, puntualizan la OIT y el BID en su estudio.
Dietas más saludables
El informe destaca cómo cambiar a dietas más saludables y sostenibles que reducen el consumo de carne y lácteos y aumentan los alimentos procedentes de plantas, crearía empleos y reduciría la presión sobre la biodiversidad única de la región.
Con este cambio, el sector agroalimentario de la región podría generar el equivalente a 19 millones de empleos a tiempo completo, que compensarían ampliamente la reducción de 4.3 millones de empleos en ganadería, avicultura, lácteos y pesca.
Pérdidas económicas
El BID proyecta que para 2050, los daños causados por el cambio climático podrían costarle a la región US$100,000 millones anuales.
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