NEWARK- Mientras los fiscales han estado presentando un flujo aparentemente interminable de testigos que exponen sobre las intervenciones del senador estadounidense Robert
Menéndez en favor de un amigo rico, los jurados en su juicio de soborno federal han oído hablar de presuntos sobornos que van desde vuelos de aviones privados hasta estancias en hoteles.
Pero no habían oído testimonios de las generosas contribuciones financieras de Salomón Melgen al legislador demócrata −hasta ahora.
Menéndez está siendo juzgado en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos junto con Melgen, un oftalmólogo de la Florida, en una acusación contra el senador de vender su cargo público por un estilo de vida lujoso financiado por el médico.
Los abogados defensores sostienen que el acercamiento de Menéndez a los funcionarios del gobierno en el caso fue actividad legislativa legítima, y los regalos eran simplemente muestras de generosidad entre amigos.
Sin embargo, el jueves, los miembros del jurado escucharon testimonios de que Melgen acordó aportar US$60,000 a través de miembros de la familia a fondos afiliados a Menéndez el mismo día que el senador pidió reunirse con un funcionario del Departamento de Estado para discutir un contrato de seguridad portuaria en República Dominicana.
Una cita y un acuerdo
El 10 de mayo de 2012, Menéndez pidió una reunión con William Brownfield, el secretario de Estado adjunto que supervisa los programas contra el narcotráfico del departamento. En mensajes de correo electrónico, funcionarios del Departamento de Estado indicaron que Menéndez estaba preocupado por el flujo de drogas y la corrupción en República Dominicana y no quería oír nada “sin nuevas ideas o nuevos esfuerzos en marcha”.
En la reunión real, celebrada una semana más tarde, Menéndez también discutió la lucha de Melgen para lograr que el gobierno dominicano honrara el contrato de seguridad portuaria de la compañía del médico.
También el 10 de mayo, según testificó el agente del FBI Alan Mohl, Melgen acordó aportar US$60,000 a dos fondos de la campaña Democrática beneficiando a Menéndez, quien estaba a esperaba la reelección ese año.
Mucha actividad
El 10 de enero de 2013, Menéndez se unió a Melgen para una salida al Club de Golf Banyan en West Palm Beach, de acuerdo con un recibo presentado por los fiscales federales.
Al día siguiente, hubo una ráfaga de actividad de correo electrónico entre el personal de Menéndez y funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos en los que se pedía a la agencia federal que detuviera una donación ya planeada de equipos de escaneo de contenedores para el gobierno de República Dominicana. El equipo gratuito libre habría socavado un contrato por una compañía de Melgen para proporcionar servicios de escaneo en un puerto marítimo dominicano.
Ese mismo día, Todd Robinson, diputado de Brownfield entonces, dijo que recibió una llamada telefónica de Pedro Pablo Permuy, el asistente de Melgen, preguntando sobre la propuesta de donación de equipos de escaneo.

Dijo que consideró la petición “rara” porque “es algo inusual que un senador o un miembro del Congreso nos pida que, de alguna manera, dejemos de cumplir nuestra misión de cumplimiento de la ley”.
Cuando una solicitud proviene de la oficina de un senador en un comité poderoso, dijo Talton, “es sólo una manera amable de decirnos lo que tenemos que hacer, es como lo interpretamos”.
El senador en funciones
El senador demócrata no desaprovecha las pausas que concede el proceso judicial ni su tiempo libre para continuar en sus actividades oficiales.
Durante una conferencia de prensa el jueves por la tarde, Menéndez dijo que se reunirá con el gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló el viernes para entender mejor la “magnitud del desafío humanitario” en la isla y evaluar cómo el gobierno federal puede ayudar a enviar a los ciudadanos los recursos necesarios.
También pidió al presidente Donald Trump que emita una declaración de desastre total para toda la isla, instando al Presidente a nombrar un asistente especial para la reconstrucción y solicitar más fondos para ayudar al programa de Medicaid de la isla.
“Somos la nación más poderosa en la faz de la Tierra”, dijo Menendez, cuyo hermano vive en la isla, a periodistas en el Aeropuerto Internacional Liberty de Newark. “Es hora de usar ese poder en nombre de 3,5 millones de ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico que enfrentan un reto único”.
El senador planea viajar por la isla con Rosselló antes de regresar al Garden State el viernes o el sábado temprano, asegurando que regresará al tribunal federal el lunes para comparecer en su juicio por soborno y cargos de corrupción.
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