Las altas temperaturas y los niveles de
concentración de ozono en la atmósfera provocaron un incremento de la
mortalidad, estimada en un 26 % por encima de la prevista para ese
periodo, indicó el periódico.
Los termómetros del país llegaron a registrar
temperaturas máximas de casi 35 grados centígrados, combinadas con unas
mínimas consideradas también altas, y una media de más de 26 grados.
Así, Bélgica alcanzó un pico intenso de
fallecimientos pero de corta duración, que podría ser comparable al
alcanzado en países vecinos como Francia u Holanda.
Por géneros, la ola de calor afectó a hombres y mujeres de forma similar, con 210 y 200 fallecidos, respectivamente.
Por tramos de edad, el mayor número de defunciones
se registró entre los mayores de 85 años (un 33 % más), aunque las
tasas de mortalidad también aumentaron en el resto de grupos (un 24 %
más de media).
"Le Soir" señaló que, con excepción de 2006, año
en el que una ola de calor de larga duración incrementó el número de
fallecimientos en un 23 %, el exceso de mortalidad nunca ha superado el
18 % en la última década.
El ISP cree que este aumento puede verse compensado por unas tasas más bajas en los próximos meses.
Las autoridades de la ciudad de Bruselas señalan
que al superar los 28 grados centígrados, los equipos de los distintos
centros comunitarios deben activar el plan contra las olas de calor.
EFE
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