SANTO DOMINGO. Las cámaras de vigilancia constantemente son utilizadas como valiosa herramienta de investigación para resolver diversos crímenes que ocurren en zonas que forman parte de su área de influencia.
Durante el primer trimestre de este año las 1,306 cámaras con las que el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911 que vigilan el gran Santo Domingo y otras ubicadas en diversos establecimientos y residencias en esa demarcación ayudaron a resolver al menos tres de las muertes violentas que más debate han generado en la sociedad dominicana en ese periodo.
El más reciente
El más reciente de estos casos en los que la captura de vídeos han sido claves en la escena del hecho fue la muerte del presunto delincuente, Jeison Luis Comas Encarnación, ultimado por el general retirado de la Policía Nacional José del Carmen Ramírez Guerrero (El Ranger), ocurrido el pasado 21 de febrero en el sector de Los Mina, Distrito Nacional.
Las imágenes captadas por una cámara muestran los momentos en que el exoficial es golpeado y despojado de un arma de fuego por Comas Encarnación junto a otro hombre, los cuales penetraron a la galería de su residencia y tras cometer los hechos antes descrito emprendieron la huida.
En otra parte, la filmación muestra cuando los presuntos asaltantes son perseguidos por el Ranger, quien dispara con un arma de alto calibre y finalmente el momento en que se observa el cadáver ensangrentado de Comas Encarnación tendido de espaldas en el pavimento.
De manera reiterada la Policía nacional ha reconocido la valía que tienen las terminales de vigilancia para ayudar en los procesos investigativos que realizan.
Otra de las muertes que causó amplios debates entre la población en la que una cámara de vigilancia fue vital para su esclarecimiento es la de la profesora Gioconda Milagros Pérez Piña, de 21 años, con siete meses de gestación, ocurrida el pasado nueve de enero en Villa Mella, Santo Domingo Norte.
Las imágenes captadas por una cámara permitieron identificar y posteriormente como Andrés Antonio Álvarez García (El Flaco), de 20 años y Ariel Arturo Figueroa Batista, de 24, los dos hombres que se presentaron a bordo de una motocicleta y asaltaron a la educadora y esposo, el segundo teniente retirado de la Policía, Gregorio Almánzar y acto seguido le hicieron un disparo que la hirió mortalmente, ambos fueron apresados.
En el vídeo se observa cuando un hombre, el cual fue identificado como Luciano Berroa (El Viejo), de 19 años, también preso por el caso, pasar frente a un colmado propiedad de la pareja y señala a las víctimas, tras lo cual llegaron los hombres antes mencionados y cometieron el hecho de sangre.
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