Lisboa, 20 ene (EFE).- La ruptura del portugués Cristiano Ronaldo con la famosa modelo rusa Irina Shayk podría frenar la robusta valorización de su marca, que pasó de los 24,2 millones en el 2011 a los 56 en el 2014, anticipan especialistas en mercadotecnia.
"CR7 tiene valor de marca por sí mismo, pero influye mucho la vida personal del deportista para el aumento de visibilidad o no", analizó a EFE Daniel Sá, del Instituto Portugués de Administración de Márketing (IPAM) de Oporto.
Para Sá, "el hecho de tener una novia del mundo de la moda hace que él tenga un impacto financiero mayor que si ella fuese una desconocida".
La supermodelo Irina "tiene sus propios seguidores y visibilidad mediática y eso acaba por propagarse un poco a CR7. El valor de la marca es mayor cuando mayor sea la visibilidad. Ése es un punto benéfico (para Ronaldo)", expuso.
Cómo evolucionará la marca de la estrella del Real Madrid, actualmente tasada en los 54 millones de euros más los 5 o 6 millones que puede haber aumentado por la consecución de su tercer Balón de Oro, dependerá del perfil de la futura pareja del portugués.
"Es difícil dar una respuesta concreta. Dependerá si tendrá una nueva pareja con alguna rapidez o no, quién será la misma, si es alguien con mucha visibilidad mediática o no", indagó.
Sá puso como ejemplo de la interferencia de la vida personal con la imagen de marca el caso del golfista estadounidense Tiger Woods, que tuvo una turbulenta separación en el 2010 con su mujer salpicada por las infidelidades del deportista.
"Hubo episodios de conflicto entre la mujer y él. La imagen de Tiger Woods fue manchada por los acontecimientos. La imagen de él empeoró hasta tal punto que varios de sus patrocinadores se alejaron", señaló.
El caso de Ronaldo, no obstante, es muy diferente, matizó el especialista, quien anticipó que este episodio es "neutro" sobre una eventual degradación del valor de marca. "Siendo una separación aparentemente tranquila como está siendo, creo que no tendrá impacto negativo para Ronaldo o Irina", ponderó.
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