
Las tres personas principales involucradas en un caso de narcotráfico que comenzó en 2013 han evadido el cumplimiento de condenas carcelarias tanto en República Dominicana como, más recientemente, en Francia.
Aunque Bruno Odos y Pascal Jean Fauret negaron tener conocimiento del contenido de las 26 maletas que se encontraban en la aeronave, fueron condenados a 20 años de prisión por un tribunal dominicano.
Pese a las pruebas que encontraron en la Falcon 50 que iban a pilotar, ambos fueron favorecidos con una sentencia de la jueza Elka Reyes Olivo, del Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, quien dispuso el cese de la medida de coerción y su liberación inmediata, pero con impedimento de salida del país.
Ellos hicieron totalmente lo contrario. Esa decisión fue la puerta para que en octubre de 2015 los pilotos ejecutaran un plan llamado “Cena fuera de casa”, que consistía en que ambos, con ayuda de otro francés, Christophe Naudin, condujeran tres horas hasta un punto de embarque y subieran a dos barcos hasta Saint Martin. Desde allí un avión los envía a Martinica donde toman un vuelo hasta la capital francesa.

Nada fue improvisado. Mientras los pilotos estaban saliendo de territorio dominicano, sus audaces ayudantes implementaron técnicas para distraer a las autoridades sobre el planeado escape, volvieron al hotel y recorrieron la ciudad con los celulares de los franceses para que en caso de rastrear sus paraderos figuraran en el país. El plan era ganar tiempo hasta que los pilotos se encontraran en territorio francés.
Desde entonces ninguno de los pilotos ha pisado la cárcel ni en Francia ni en República Dominicana por el caso conocido por medios franceses como “Air Cocaine”.
Todavía quedaba un cabo suelto. En marzo de 2016, Naudin, que estaba en Egipto, fue apresado y extraditado al país, tras haber admitido su vinculación con el hecho con la excusa de “reparar una injusticia”. Fue condenado el 26 de octubre de 2017 a cinco años de prisión a ser cumplidos en el centro de reclusión Najayo-Hombres en San Cristóbal.
Después de unos meses sin saber nada del caso, en febrero de este año, éste volvió a sonar. Naudin fue repatriado en aplicación del Convenio sobre Traslado de Personas Condenadas suscrito entre Francia y República Dominicana en 2009, que permite purgar la pena en cualquiera de los dos países.
Y por último, con el mismo destino de los dos pilotos, le fue otorgada este sábado la libertad condicional e impedimento de salida, esta vez en Francia, por problemas de salud a Naudin. Y colorín colorado… esta realidad parece haber terminado.
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