La familia Méndez Herasme padeció Covid-19 de forma simultánea en dos ocasiones. A pesar de haber tomado todas las precauciones para cuidar a los troncos del hogar, ambos de 81 años, la enfermedad los visitó en diciembre de 2020 y, un año más tarde, en diciembre de 2021.
La primera vez, cuando la pandemia llevaba apenas nueve meses afectando en el país, fue luego de un encuentro con hijos, nietos y biznietos por las festividades navideñas.
La más pequeña de seis hijos narró a Listín Diario que recuerda el tono de preocupación con el que su sobrina, quien vive con los abuelos, le dijo que “los viejos” habían resultado positivo a la enfermedad y que “papá” tenía varios días con los niveles de oxígeno bajos y sin señales de recuperar su estado normal.
Tras consultar con una neumóloga, procedieron a ingresarlo de inmediato a una clínica donde estuvo por cinco días recibiendo oxígeno y atenciones médicas para estabilizarlo.
Aunque no llegó a estar en Cuidados Intensivos, Méndez pertenece al grupo de personas vulnerables, no tan solo por su edad avanzada, sino también porque es asmático sin crisis y ha sufrido dos accidentes cardiovasculares en los últimos cinco años, uno de ellos dejando como secuela convulsiones epilépticas.
El neumólogo Alfredo Matos Hoepelman explicó que en el caso de los asmáticos, desde el punto de vista ventilatorio, si estaban controlados y utilizaban sus medicamentos, los síntomas resultaron leves. En cambio, si el paciente no estuvo controlado y además se vio afectado por el Covid-19, presentaba síntomas de mayor gravedad.
Este último no fue el caso de Méndez, pero la rápida actuación puede que le haya salvado la vida.
Para la doctora Clevy Pérez, presidente de la Sociedad Dominicana de Infectología, la más importante no es una comorbilidad como tal, sino un factor inherente de la persona: la edad. No obstante, el diagnóstico temprano ayuda a tratar mejor los síntomas.
Tratamientos
“Hay tratamientos que se hacen en los pacientes de alto riesgo que han demostrado reducir hospitalización e internamiento hasta un 88%”, argumenta la doctora.
Entre esos tratamientos señala antivirales que son endovenosos y orales. De los últimos indica el Molnupiravir, el que reduce la mortalidad en aproximadamente un 30%, y Paxlovid, una combinación de ritonavir y nirmatrelvir que la reducen en un 88%, pero ninguno de ellos está disponible en el país.
En cambio, el Remdesivir, otro de los tratamientos, “es uno de los más efectivos para esta clase de pacientes” y de los que aún quedan en existencia en el país.
Obesidad
Luego de la edad, la infectóloga Clevy Pérez posiciona la obesidad como uno de los principales factores de riesgo para enfermedad grave, hospitalización o muerte por Covid-19.
Aunque en los primeros estudios que evaluaban componentes de riesgo no se consideraba el posible papel de la obesidad, Pérez sostiene que las personas con obesidad mórbida o grandes obesos, han tenido una gran tasa de complicaciones.
“Mientras más obesos peor el cuadro, sobre todo a nivel pulmonar, producían muchos síntomas respiratorios como tos, dificultad para respirar y los infiltrados que se encontraban en las tomografías eran alarmantes, sin importar la edad y a veces sin tener alguna otra comorbilidad”, afirmó el doctor Matos Hoepelman, al coincidir con la doctora Pérez.
El vicepresidente de la Sociedad Dominicana de Neumología apuntó que algunos de sus pacientes llegaron a estar en ventiladores o a ser atendidos con dispositivos de Presión Positiva Continua de las Vías Respiratorias (CPAP). Otros a perder decenas de libras, hasta más de 50, durante el proceso; así como también le tocaron pacientes que no pudieron superar la batalla contra la enfermedad.
Hay varios elementos que podrían influir en el mayor riesgo de complicaciones por Covid-19 en estos pacientes, pero el primero sería la asociación de esta enfermedad con otras comorbilidades y con una mayor predisposición a padecer fenómenos tromboembólicos que la población general.
Diabetes e hipertensión
La lista que enumeró Pérez sigue con dos comorbilidades muy prevalentes en la población dominicana: la hipertensión y la diabetes. El doctor Alfredo Matos ha observado en ellos una sintomatología más grave o duradera en una considerable parte de quienes la padecen.
“Sobre todo la tos, el dolor muscular y la fiebre duraba más días.Además, desarrollaban resistencia a la insulina que es producida por el nuevo virus, lo que provocaba que los niveles de glicemia se mantuvieran bastante altos y esto ponía en riesgo la salud y la vida del paciente”, explica el neumólogo.
Secuelas respiratorias
De los pacientes que ha recibido el doctor Matos, varios han sufrido problemas respiratorios luego de meses y hasta un año de haber padecido la enfermedad, y tienen que usar oxígeno complementario en la casa.
Otros son los que han quedado hipereactivos o cuadros parecidos al asma, así como también problemas respiratorios que deben ser tratados como si tuvieran asma, entre ellos crisis de apretamiento o crisis de broncoespasmos.
Problemas renales, hepáticos, dolores en las articulaciones y lesiones en la piel, son otras secuelas. También se suman problemas cardíacos y trastornos cardiovasculares, sobre todo arritmia cardíaca o taquicardia.
Tal es el caso de Luis Enrique Corporán, quien en julio de 2020 se vio aquejado por síntomas de la enfermedad que cada día empeoraban, a pesar de que una prueba de antígenos había resultado negativa al coronavirus que surgió en China en diciembre de 2019.
“Seguía mal, seguía mal, mal…”, repite de forma vehemente. La respiración entrecortada, falta de apetito, de olfato y de gusto, más una taquicardia, “se me aceleraba el corazón”, son los síntomas que enumera mientras conversa con el equipo de periodistas.
Las personas con enfermedades cardiovasculares e hipertensión constituyen un grupo de mayor riesgo para desarrollar síntomas graves por Covid-19. Este docente pensionado de 62 años, pese a que en su familia hay antecedentes de hipertensión, no había desarrollado la enfermedad hasta después de que se contagiara con el virus SARS-CoV-2.
Para superar la enfermedad fue tratado con vitaminas, antibióticos, jarabes antrigripales e ivermectina, medicamento que posteriormente, a principios de 2021, fue desaprobado por Salud Pública para operativos médicos.
Estadísticas
El boletín número 647, del 25 de diciembre pasado, día en que confirmaron la presencia de ómicron en el país, señala que de 4,238 fallecidos, un 23.93% fue por hipertensión y un 14.94% de los decesos con diabetes como comorbilidad.
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