Los fanáticos son el motor vital de los artistas. Ellos hacen todo lo posible por demostrarles su agrado.
Van a sus conciertos, les siguen en las redes sociales y hasta se enfrascan en peleas aguerridas por defenderlos, pero algunos no se conforman con esto y llegan hasta el extremo de acosarlos o inclusive se atreven a pasar el límite de privacidad, yendo a sus casas, lo que resulta verdaderamente escalofriante.
Billie Eilish, de 18 años, es la más reciente acosada. La famosa cantante pasó un momento bastante desagradable el pasado lunes, cuando un joven se apareció en el porche de su casa preguntando si allí vivía la joven ganadora del Grammy.
Sus padres rápidamente reaccionar y explicaron al joven que se había equivocado de casa. Sin embargo, Prenell Rousseau, de 24 años no desistió en su intento por lograr un acercamiento con la estrella pop, regresando en la noche a merodear.
En seguida llamaron a la policía, pero mientras llegaban los agentes Rousseau se quedó esperando en el porche, a pesar de que le habían pedido que se fuera varias veces.
Según la versión de la cantante y su familia, Rousseau acudió siete veces en total a la casa, cinco de las cuales no llevaba la mascarilla que las autoridades requieren para evitar la propagación del coronavirus. En las otras dos ocasiones sí llevaba mascarilla, pero se la quitó para hablar con los miembros de la seguridad.
Esto obligó a la cantante a actuar de manera legal y puso una orden de alejamiento al joven, quien deberá permanecer a más de 182 metros de la cantante y de sus padres y debe detener cualquier tipo de contacto con ellos.
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