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domingo, 26 de mayo de 2019

Este domingo se reafirma en el país la figura de la madre, como ser único e irreemplazable

Este domingo 26 de mayo las madres dominicanas celebran su día con distintos sentimientos, que van desde la alegría y la gratitud hasta la tristeza y la pena por la lejanía, la privación o la pérdida de su progenitora.

La fecha siempre es propicia para que los hijos y demás descendientes expresen su amor y agradecimiento a los seres que les dieron vida, a través de regalos que dependen de la condición económica de cada uno, o simplemente de especiales manifestaciones de afecto.
Y es que la presencia de una madre en la vida de sus hijos, prácticamente desde la gestación, es descrita por muchos como una “huella indeleble” que marca con frecuencia la personalidad de sus descendientes.
Pues ese amor materno, calificado por varias madres entrevistadas por El Nuevo Diario, como “único”, “incondicional”, “sagrado”, “puro”, “sincero” e “invaluable”, es comparado por otras como “el más semejante al amor de Dios”.
Pero, ¿cómo celebran las madres dominicanas su día? Tras consultar a varias progenitoras sobre esta festividad, la mayoría coincidió en que este año, al igual que otros, la pasarán con sus hijos, madres, abuelas, tías, esposos, demás familiares y otros seres queridos, en distintos lugares como residencias, playas y establecimientos comerciales.
“En familia, nada mejor que eso”, de forma escueta indicó Nisaury Matos Bencosme, madre primeriza y quien espera otro bebé.
Mientras que Leyvis Castillo, madre de una adolescente de 18 años de edad, puntualizó que, por lo general, la pasa “en casa con mis padres y mis hermanos o nos reunimos con la familia en la casa de los abuelos maternos”.
Y es que pasar este día con personas que aprecian, es también la mejor opción para las madres Gabriela Mesa Rivera, Annerys De León Lebrón y Carlixta De Jesús Acosta, mejor conocida como Chinel entre familiares y amigos.
¿Qué es lo que más aprecia de ser madre?
Siempre se ha dicho que tener un hijo es una experiencia única e indescriptible, pero el hecho de ser madre primeriza supone mayores temores y dudas de si lo estará haciendo bien.
Así lo confirman Mesa Rivera, periodista, y Matos Bencosme, representante de ventas y servicios del Banco Popular, a quienes la vida les ha concedido un varón; uno de 10 meses y el otro de un año y seis meses, respectivamente.
“Creo que lo más difícil, ha sido el miedo a no hacerlo bien, a que te juzguen por tus decisiones, o no ser suficientemente buena para tu hijo”, manifestó Bencosme.
No obstante, Mesa Rivera al igual que Bencosme enfatiza que ver a su hijo sonreír cada mañana y saber que de alguna manera ha contribuido a esa felicidad le llena de emoción.
En cambio para la odontóloga Annerys De León Lebrón, madre de tres hijos, dos varones de 16 y 11 años y una hembra de 15, lo que más le sorprende de esta etapa es la capacidad de protección que brindan las madres a sus vástagos sin importar su condición socioeconómica.

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