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miércoles, 2 de enero de 2019

Aguas contaminadas en Gran Santo Domingo

“Eso se pone que cualquiera ni come con ese mal olor que sube”; “de ahí salen ciempiés, ratones…”; “aparecen animales muertos, de todo”.

Son estas algunas de las expresiones de quienes residen en medio de dos cañadas llenas de basura y aguas contaminadas en un callejón del sector Los Ríos en el Distrito Nacional.
A las personas que desconocen esta realidad les podría parecer inconcebible que alguien pueda vivir en esas condiciones, pero las que llevan hasta más de 20 años viviendo así están acostumbradas al mal olor y a que sus modestas viviendas se inunden de agua sucia cada vez que llueve mucho.
Residir a orillas o encima de una cañada, como muchos de los residentes en el citado callejón, es una “zozobra”. Estos lugares son el depósito de todo tipo de residuos sólidos y aguas residuales debido a las malas prácticas ciudadanas y falta de infraestructuras para su tratamiento.
Es sabido que el país necesita más sistemas para tratar las aguas generadas por las actividades domésticas (uso de inodoros, duchas, fregaderos, lavado de ropa, talleres, etcétera) y no domésticas, que son las que generan las industrias, los centros de salud, las empresas mineras, entre otras.
Sólo en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo (donde habita la mayor población del país) se generan alrededor de 872,215 metros cúbicos por día, según las estadísticas de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) correspondientes hasta mayo del 2018.
De esos 872,215 metros cúbicos por día, la CAASD solo logra recolectar poco más del 26% y de esa cantidad que recolecta únicamente puede tratar cerca del 6%.
Sin embargo, la CAASD está desarrollando un programa de reparación y construcción de plantas de tratamiento que en poco tiempo le permitiría tratar más del 40% de las aguas residuales que se producen en el territorio que le corresponde, según indicó Alejandro Montás, su director. Aún así en torno al 60% continuaría sin poder tratarse, lo que seguiría siendo un desafío.  

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