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lunes, 24 de abril de 2017

ONU acoge reunión donantes para Yemen para aumentar ayuda y atajar hambruna

GINEBRA.- La ONU, con el apoyo de los gobiernos de Suecia y Suiza, acogerá este martes una conferencia internacional de donantes para Yemen, el país donde más personas necesitan ayuda de emergencia tras dos años de un conflicto armado que le han colocado al borde de la hambruna.

Yemen ya era antes de marzo de 2015 -a partir de cuando la violencia armada se convirtió en guerra civil- un país donde imperaba la pobreza y los servicios básicos escaseaban, pero desde entonces las condiciones de vida se han deteriorado de manera brutal y cerca de 19 millones de personas necesitan ayuda humanitaria.
La ONU requería el año pasado 1.600 millones de dólares para hacer frente a tal emergencia, pero al terminar el año sólo había recaudado el 62 por ciento de esa cifra, y el interés de los donantes parece ser ahora todavía menor.
Cerrado el primer trimestre de 2017, la organización sólo ha recibido donaciones por un 15 por ciento de los 2.100 millones que necesitará este año para evitar una catástrofe todavía mayor en Yemen, lo que ha convencido a sus responsables de la urgencia de convocar a una reunión internacional de donantes.
La reunión será inaugurada por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien enfatizará ante los delegados que las contribuciones de sus países son vitales y que, aunque los requerimientos financieros fijados para este año no cubrirán cada necesidad del país, sí permitirán evitar lo peor.
Los ministros de Exteriores de Suiza, Didier Burkhalter, y de Suecia, Margot Wallström, acompañarán a Guterres en la apertura de la conferencia, en la que el coordinador humanitario de la ONU, Stephen O'Brien, hará una presentación de la situación en Yemen con los datos más recientes.
Estos indican que de los 18,8 millones de yemeníes que necesitan recibir ayuda, 10,3 millones la requieren para sobrevivir.
El mayor problema es la falta de alimentos para 17 millones de personas, en gran parte causado por el bloqueo aéreo y naval que mantiene la coalición militar árabe que interviene en este conflicto.
Fue esta intervención de las fuerzas árabes, lideradas por Arabia Saudí y que reciben el apoyo de Estados Unidos, la que llevó a la intensificación del conflicto, originado por el levantamiento en armas del movimiento chíi de los huties contra el Gobierno yemení.
El presidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, fue entonces forzado al exilio en Riad, pero la ofensiva de la coalición le permitió ir recuperando terreno y retornar, si bien no a la capital, a la principal ciudad portuaria yemení, Adén, desde donde lidera la lucha por su retorno al poder.
Una de las tácticas, que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y expertos de la ONU, es el bloqueo que restringe la importación y exportación de alimentos, combustible, suministros médicos y ayuda humanitaria en general a Yemen.
La mayor parte de suministros alimentarios en este país proviene de las importaciones, que están semiparalizadas por el estado de los puertos, como el de Hudaydah, que fue bombardeado en 2015.
Las organizaciones no gubernamentales que prestan ayuda en Yemen han planteado que en la conferencia de donantes de la ONU, los contribuyentes se comprometan a una financiación adecuada del plan humanitario de la organización, pero también a utilizar su influencia con las partes en conflicto para detener la guerra.
Además de la crítica situación alimentaria, la población yemení sufre de falta de agua potable y servicios de saneamiento, lo que aumenta cada día el riesgo de epidemias que podrían extenderse rápidamente en una población infantil con una tasa de vacunación inadecuada.

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