Páginas

lunes, 3 de octubre de 2016

La Feria: más libros ¿menos gente?

La Plaza de la Cultura está rodeada de verjas. Lo advertí ahora mientras un agente de seguridad me revisaba luego de una breve fila para entrar a la Feria del Libro, que finalizó este domingo.

Antes no le había dado importancia mayor a las verjas porque siempre fue fácil acceder al lugar y quizá las asocié más al arte propio del lugar que a la ingeniería para proteger espacios o evitar que personas no autorizadas entren en ellos.
“Permítame”, dice uno. Levanto las manos, y un muchacho flaco con uniforme de la Policía Nacional pasa ambas manos alrededor de mi cintura en un santiamén y sin pronunciar palabra señala con la mano, para autorizar mi entrada.
En realidad no entiendo mucho sobre la filosofía o la política detrás de la colocación de rejas en lugares públicos. Si siquiera sé si existe. Sin embargo, pistolas y rejas están diseñadas con un sólo propósito: unas, para matar; las otras, para aislar a una persona o espacio con el fin de protegerlo. “A lo mejor es muy valioso lo que encierra la plaza y por ello las autoridades decidieron controlar quién entra en ella”, pienso.
“Aquí como que no hay gente”, dice un flaco alto con mochila que pasa por mi vera, con aspecto de salido del Metro. Miro hacia los lados. Las calles de la plaza están más vacías que en ferias anteriores, hay menos azul y caqui entre los puestos de venta,  que cuando los escolares y los muchachos de los barrios llegaban en estampidas y abarrotaban todo.
Este año los organizadores del evento, dejaron fuera  al teatro de calle y al de sala, a las estatuas vivas, a los vendedores de pucas y también sacaron otras actividades no relacionadas de manera directa con el libro. Algunos creen que esa ausencia de “panes y peces” alejó a mucha gente del lugar. Eso además de que la feria se celebró en septiembre por primera vez desde que recuerdo, y no a principios de año como era costumbre.
Varios escritores jóvenes, intelectuales y artistas recurrentes en las actividades de la feria me confesaron su alegría porque, al descongestionarse el espacio de gente cuyo principal propósito no era el libro o la lectura, los más interesados en de cultura pudieron disfrutar mejor su fiesta.
Aunque siempre ha estado de acuerdo con que el evento se concentre más en el libro, Carmen Imbert, la escritora, piensa que  sacar del programa esas actividades despoja a niños de las provincias de la oportunidad visitar la Capital y quedar atónitos ante la imponencia del Teatro Nacional, del montarse en el trencito, y recorrer toda la plaza siendo felices.
Apenas pierdo de vista muchacho flaco alto con mochila y aspecto de salido del Metro cuando mis sentidos son atraídos por un joven con pinta de Mozart La Para que, parado frente a un stand de venta de matatiempos, sujeta un libro en una de sus manos mientras bate la otra para declamar un poema de Neruda a dos chicas de secundaria. El declama; ellas ríen, halagadas por el greñudo poeta.
Miro el celular. Aun tengo como media hora para llegar al pabellón Tribuna Libre, a participar como panelista en una discusión sobre el periodismo cultural en el país, pero debo apresurarme, para que todo esté listo a la hora acordada. Adelanto el paso, pero no dejo de pensar por qué la Plaza de la Cultura sigue guardada por verjas.
"¿Por qué permanence la Plaza de la Cultura rodeada de verjas? ¿De qué o de quiénes hay que proteger al teatro o a la cinemateca? ¿Quién sería intruso en el museo de historia natural, en el del hombre o de arte moderno? ¿Quienes sí están autorizados para entrar a esos escenarios?" Lo he repetido toda la mañana y aún no sé.  
En lo que alguien puede contestarme, ya tenemos algunos de los datos finales de la Feria.Vargas Llosa recibió su premio, según el Ministerio de Cultura, se publicaron cerca de 200 libros en diferentes géneros, y más de casi 60 autores cerraron negocios con editoras, en la primera mesa de negocios de ese tipo que se realiza en la Feria.
Seguiremos esperando los demás resultados, así como mi amiga Rossy Díaz, a quien le robaron su computadora y otras pertenencias del pabellón Tribuna Libre, que coordinó, estará a la espera de respuesta del Ministerio y de la Policía Nacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario