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domingo, 28 de febrero de 2016

Puerto Rico aumenta esfuerzos para combatir el zika

SAN JUAN, Puerto Rico. Leilani Dominicci tiene todas las preocupaciones típicas de una mujer embarazada, más una nueva que se propaga por todo Puerto Rico: el temor de infectarse con el virus del zika y poner en riesgo a su bebé.

Su intranquilidad ha crecido tanto que la abogada de 38 años casi no sale de su casa en San Juan, la capital, debido a advertencias de que la isla enfrenta una acometida de la enfermedad transmitida por mosquitos.
A medida que el virus se propaga por el hemisferio, Puerto Rico se ha convertido en la propia línea de avanzada de Estados Unidos en la batalla contra éste. El territorio de 3,5 millones de ciudadanos estadounidenses con clima tropical es un sitio ideal de incubación del mosquito transmisor del zika, así como de dengue y chikungunya, que ya son comunes aquí.
Las autoridades prohibieron la donación de sangre por parte de residentes, incrementaron los esfuerzos para erradicar al mosquito Aedes aegypti y están tratando de monitorear a cada mujer embarazada en la isla debido a temores de que el zika pudiera ocasionar defectos congénitos. El registro voluntario realizado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus iniciales en inglés) se extiende a todas las mujeres infectadas con zika y a sus bebés en todo Estados Unidos.
El gobernador puertorriqueño, mientras tanto, declaró una emergencia de salud pública, y los CDC, que antes instaron a mujeres embarazadas a no visitar Puerto Rico, han solicitado al Congreso 250 millones de dólares en ayuda de emergencia para combatir el zika en la isla. Los CDC han enviado además casi 40 trabajadores de salud para apoyar a las autoridades locales, y están utilizando al territorio puertorriqueño como un banco de pruebas para estudios sobre el virus.
Para Estados Unidos, realmente es la isla la “que tendrá la mayor cantidad de infecciones”, dijo Steve Waterman, director del departamento de dengue de los CDC en Puerto Rico. “Tiene la mejor infraestructura médica y de salud pública para intentarlo y responder algunas de estas preguntas al mismo tiempo que estamos tratando de controlar la enfermedad”.
Entre los objetivos principales de los CDC está examinar a cada mujer embarazada en Puerto Rico en busca del zika y prevenir que personas como Dominicci contraigan el virus. Los CDC están instando a la gente a tomar medidas preventivas, un llamado que Dominicci y su esposo atendieron después de que fue reportado en diciembre el primer caso de zika.
“Nos hemos encerrado en la casa”, dijo Dominicci, quien tiene casi 37 semanas de embarazo. “Es una preocupación constante, especialmente para mujeres como nosotras con el embarazo tan adelantado porque nuestras opciones están limitadas. Ni siquiera es legal poner fin al embarazo en esta etapa”.

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