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lunes, 15 de febrero de 2016

Hipocondría: asociación del dolor con enfermedad

La hipocondría es la preocupación excesiva por la salud que no se basa en una situación patológica real, sino en interpretaciones fantasiosas de signos o sensaciones físicas anómalas, expresa el psiquiatra Vicente Vargas Lemonier.
Este trastorno hace sentir un temor constante al individuo de creer tener una enfermedad grave, inclusive cuando no existe ningún dato médico que pueda respaldar la creencia, comenta la psiquiatra Ann Benjamin.
El paciente está ansioso por afirmar que padece una enfermedad, y si en el diágnóstico sale negativo no queda conforme; debido a esto, consulta a varios médicos más, y obtiene igual respuesta. Esta situación va generando aun más ansiedad en la persona y provoca que se sienta frustrada y en ocasiones hasta deprimida, señala Benjamin.
Para la psiquiatra, lo más importante es que los familiares ayuden y que, aunque parezca que todo es imaginario y sin sentido, se fijen en cómo la persona sufre y sepan que siente realmente síntomas que no sabe explicar y que cree que es una enfermedad.
Medidas
((+01  Una de las terapias utilizadas con este tipo de pacientes es la terapia de apoyo, en la que se escucha todas las quejas del paciente, explica el psiquiatra Vicente Vargas Lemonier.
“Con este tipo de relación es posible lograr un vínculo estable que les permite mantenerse libres de la ansiedad, y evitar caer en el inútil ritual de rodar de una clínica a otra y de un médico a otro para escuchar que padecen una enfermedad como lo perciben ellos”, afirma el psiquiatra.
Cómo detectar a un hipocondríaco
Para detectar a un hipocondríaco, la psiquiatra Ann Benjamin describe que es usual en estos individuos que cuando alguna persona enferma les comenta sus molestias, de inmediato creen que tienen lo mismo, lo que los lleva a buscar de manera permanente el consuelo de amigos, familiares y médicos.
Sin embargo, según Benjamin, lo que llama más la atención en las personas que padecen esta afección mental, es esa preocupación exagerada por su salud, también la incapacidad para controlar los miedos y las preocupaciones.
“Son personas que en presencia de cualquier síntoma o signo real lo atribuyen a una grave enfermedad”.
Por lo general, pueden sentirse bien por un tiempo, pero empiezan de nuevo con los mismos síntomas o con otros nuevos”, puntualiza.
Características principales
El psiquiatra Vicente Vargas Lemonier destaca las principales características de personas diagnosticadas con hipocondría:
ï Son muy persistentes, no se cansan de ir de un médico a otro solo para demostrar que su creencia es verdadera.
ï Están seguros de que están gravemente enfermos e incluso su propio médico considera que es muy difícil apaciguarlos.
ï Se refieren a otro médico con la esperanza de que van escuchar la “agradable” noticia de que están enfermos.
ï Son penosos y a menudo pueden experimentar la crítica y el ridículo entre sus propios familiares.
ï Petición frecuente para someterse a pruebas médicas.
ï Luchan por convencer al médico y a su propia familia de que están enfermos.
ï Las personas hipocondríacas tienen un miedo desmedido a la muerte, al dolor, al sufrimiento, a la debilidad y a depender de otros.
ï Se sienten incomprendidos porque nadie es capaz de detectar la enfermedad que creen tener. Necesitan que encuentren el mal que padecen, según su creencia, para poder curarlos, además de angustiarse, se deprimen creyendo que lo que les pasa no tiene solución.
Benjamin resalta que el diagnóstico no es sencillo, en vista de que el individuo suele referir sus síntomas con tanta precisión y detalle con relación a la intensidad de las molestias y al momento de inicio.
Para una evaluación precisa, el médico tiene que descartar cualquier problema, realizando varios exámenes, estudios y análisis, comenta la psiquiatra.
“Si no se reporta nada que valide la sintomatología de la cual el paciente se queja, es entonces cuando el médico de cabecera sospecha el problema y lo confirma al derivarlo a un psiquiatra u otro profesional de la salud mental”.
Pese a esto, Benjamin dice que la persona en un principio tiende a negarse a consultar a un psiquiatra porque está convencida de manera ferviente de que los síntomas y signos que presenta son indicios de una enfermedad.
“El trastorno podría estar acompañado de síntomas de ansiedad severa o síntomas obsesivos-compulsivos”, indica.
Medidas
Lo más importante es que, aunque parezca que todo es imaginario y sin sentido, los familiares se fijen en cómo la persona sufre y lo mal que lo pasa, y sepan que sienten realmente síntomas que no saben explicar y creen que son una enfermedad, explica Benjamin.
“Es bueno que los familiares reconozcan la necesidad de convencerle de que inicie un tratamiento psicológico o psiquiátrico”, expresa.
Además, cita que pueden intentar hacerles ver que mientras se descubre qué enfermedad tienen y se la curan, deben disminuir su ansiedad y su depresión e iniciar, al menos, un tratamiento de sus problemas psicológicos.
Esto, según la experta, ayudará a que el paciente genere menos ansiedad puesto que se siente respaldado por sus familiares y allegados.
Los hipocondríacos sienten una necesidad constante de buscar el consuelo permanente de sus seres queridos.
Cómo afecta el entorno familia
El afectado tiende a decir a sus seres queridos frases típicas como: “Tengo una fuerte molestia”, “tengo que ir al médico porque debe ser un cáncer”, “estoy débil, debo sufrir de anemia o algo parecido”, resaltaVargas Lemonier.
El psiquiatra sostiene que la hipocondría está influenciada por el entorno familiar del individuo que la padece, y de diversas maneras.
Menciona que en primer lugar, existe un reforzamiento de este cuadro neurótico en el ambiente familiar en el que el individuo ha aprendido e internalizado esta excesiva preocupación como un estilo de vida.
Vargas Lemonier también resalta que cuando en la familia se encuentra un integrante hipocondríaco, y su comportamiento, su interminable angustia y ansiedad afectan el cuadro familiar, esto se debe a que no saben a qué se deben estas conductas, no entienden la situación y sus respuestas hacen sentir al afectado incomprendido.
 Por esta razón, Vargas Lemonier dice que cuando en los contados casos en los que el hipocondríaco acepta acudir a una consulta psicológica, es importante que la familia se involucre en el proceso para que el paciente entienda qué le ocurre y cómo colaborar con el control de esta excesiva preocupación.
Benjamin, por su lado, dice que en el núcleo familiar afecta porque el diagnóstico resulta agotador. 

TIPOS DE TRATAMIENTO
Terapias para el paciente, según Vicente Vargas Lemonier

Técnica de reconstrucción cognitiva: esta terapia promueve la pérdida de la angustia y el miedo a la enfermedad que el hipocondríaco siente. Para conseguir la desaparición de estos temores se emplea la desensibilización en la imaginación a situaciones temidas y evitadas para que pueda acercarse a ellas sin angustia y miedo.
Técnica de relajación: debido a que la ansiedad puede originar manifestaciones que al final pueden atribuirse a enfermedades graves o incluso generarlas, la relajación ayuda a cambiar el foco de atención y orienta el pensamiento del paciente hacia temas menos dañinos, reduciendo así los temores existentes.
Técnica de la inundación imaginaria: consiste en visualizar los pensamientos y presentimientos negativos de enfermedades y la muerte como si realmente hubieran ocurrido. Este método sirve para afrontar el miedo a la muerte, el envejecimiento y el posible rechazo de los demás.
Técnica paradójica: se le pide al hipocondríaco que mediante varias técnicas se exponga de manera voluntaria a los síntomas y sensaciones temidas. De esta manera se busca que el paciente descubra que puede obtener cierto control sobre dichos síntomas y que aquellos que veía como señal de peligro, los considere ahora como normales.
Técnica de asertividad: esta técnica basa su terapia en mejorar la autoestima del paciente; se cree que en la medida que la persona logre ver el lado bueno de las cosas, mejorará su vida social y, por ende, su comunicación dejará de girar en torno a sus dolores y quejas.
Análisis y resolución de áreas conflictivas de la vida personal: en la terapia de esta técnica para el tratamiento de la hipocondría se busca tratar aspectos de la vida del pa-ciente que se han visto afectados por alguna enfermedad o han incidido en la aparición de alguna afección.
Medicamentos: en algunos casos, los psicofármacos pueden ser de ayuda para atacar la sintomatología depresiva o de angustia excesiva; sin embargo, una vez que estos desórdenes psicológicos han sido controlados, es poco lo que los fármacos pueden hacer por el hipocondríaco.
Jessica Bonifacio
Santo Domingo

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