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lunes, 28 de diciembre de 2015

“En la vida orquestal una persona aprende a escuchar, a respetar”

SANTO DOMINGO. Si en mi país hubiera una realeza, Margarita Copello tiene el porte de una reina. Y lo es. De una voluntad férrea detrás de esa fragilidad aparente, solo ella y su querido esposo pudieron rescatar nuestra hoy maravillosa orquesta sinfónica del olvido. Tenazmente han construido un festival que no es solo orgullo de nuestro país, sino de América.

Margarita es incansable, su vida gira alrededor de la música, de lo exquisito, de lo bello, un equipo de melómanos la rodea y la apoya en la búsqueda constante del mejor concierto. Sinfonía ha sido su obra y como presidente de su fan club insistí en llenarla de preguntas...
P. Pasión por la música...
R. Una de las pasiones más profundas y que mayor satisfacción da. Toda la música me gusta, produce todos los sentimientos en el ser humano - placer, alegría, tristeza - se adentra en tu piel y en tus sentidos.

P. ¿Por qué Sinfonía?
R. Porque hace posible una aspiración de promover la música. Sinfonía fue un proyecto que nos propuso a mi esposo Pedro y a mí el maestro Carlos Piantini, que en ese momento era Director Titular de la Orquesta Sinfónica Nacional. Conjuntamente con un grupo de generosas personas que deseaban aportar al desarrollo de la música nació en el año 1986 nuestra fundación, con la misión de dar apoyo a la orquesta y de poner al alcance de todos la excelencia y la buena música.
P. Un sueño...
R. Poder seguir disfrutando de la música en toda su plenitud y continuar trabajando para su difusión.
P. ¿Qué falta?
R. Opino que se ha avanzado mucho, que ha habido una gran evolución. Aunque muchas de las metas se han podido lograr, se hace necesario seguir promoviendo el amor a la música y su aprendizaje entre la juventud. En este sentido, Sinfonía ha puesto su granito de arena con la celebración de dos residencias orquestales y un taller de cuerdas.
P. Los músicos dominicanos son...
R. Talentosos, dueños del sentido del ritmo, son verdaderos artistas.
P. ¿Qué es lo más difícil en Sinfonía?
R. Actuar con prudencia y sabiduría. No todo lo que uno quiere es posible. Afortunadamente, además de contar con el apoyo del Ministerio de Cultura, cuento con un Consejo Directivo, compuesto por un grupo de personas de gran capacidad, que me asisten y me orientan. También con un equipo que me ha acompañado por tantos años y de cuya capacidad de trabajo y entrega me enorgullezco.
P. La familia...
R. Es mi mayor fortuna, ellos han sabido acompañarme y aceptarme como soy... De mis hijos he recibido apoyo permanente. Ellos, junto a mis nietos y bisnietos, me llenan de orgullo cada día y son, sin lugar a dudas, lo mejor de mí.
P. ¿Cómo se forma una orquesta y se profesionaliza?
R. Se requiere de arduo trabajo, ensayos, formación, disciplina, sumado a un buen liderazgo. Una orquesta es como un microcosmos, una pequeña sociedad. Participando en la vida orquestal una persona aprende a escuchar, a ser más tolerante y a respetar.
P. ¿Para qué sirve el dinero?
R. Para compensar el trabajo, el esfuerzo. En el caso de Sinfonía, es la herramienta que permite que podamos invitar a excelentes maestros y artistas.
P. Un director de orquesta es...
R. Un buen director de orquesta es un líder innato, carismático, que impregna su sello a la orquesta.
P. Música clásica es sinónimo de...
R. Belleza, emoción, pasión, un conjunto de todo lo bello y bueno.
P. Los dominicanos prefieren...
R. Música con ritmo, que puede ser desde merengue hasta Beethoven.
P. Este país es...
R. Bendito, con un clima bondadoso, con gente generosa, amable, alegre, cálida.
P. Un día feliz es cuando...
R. Veo a toda mi familia reunida. Disfruto la armonía que existe entre ellos y cómo se gozan los unos a los otros.
P. Quisiera ser recordada...

R. Como alguien que valora la familia, que ama la paz, la armonía y la tolerancia... y, por supuesto, todas las manifestaciones artísticas.

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