Las medidas de seguridad fueron redobladas hoy a los alrededores de la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, luego de que se diera a conocer la denuncia de una supuesta amenaza en su contra por parte de una persona que asegura estar relacionada con el narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo.
Una avanzada de policías vestidos de civil fueron enviados en la mañana de este viernes a la Fiscalía del Distrito Nacional previo a la llegada de Rosalba Ramos a su despacho.
Periodistas de diferentes medios de comunicación que esperaban su llegada a su oficina observaron que agentes de la Policía vestidos de civil llegaron antes que ella a la puerta de entrada a percatarse de quienes estaban en el lugar.Al observar que habían periodistas esperándola, optaron por entrarla por la puerta por donde llevan a los presos.
Ante la evasión, los periodistas acudieron a su despacho, pero mandó a decir a través de una asistente que estaba en una reunión.
Los medios de comunicación querían escuchar su versión respecto a una denuncia que interpuso por ante la Procuraduría General de la República, sobre unas supuestas amenazas y chantajes vía WhatsApp que ha recibido de parte de una persona que asegura estar relacionada con Paulino Castillo.
De acuerdo con su denuncia, la persona le indica en mensajes que Paulino Castillo manda a cobrarle 13 millones de pesos que alegadamente le entregó en el 2005, así como a un juez de la Suprema Corte de Justicia (fallecido) y a otras personas, para evitar la extradición hacia Estados Unidos.
Los datos están contenido en un informe enviado a la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, a la directora de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, y al Procurador General de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, José del Carmen Sepúlveda, el 14 de abril pasado.
Cuatro días después de ese informe, Paulino Castillo acudió a la sede de la Procuraduría General de la República, sin que trascendieran los motivos de la visita.
En su informe, Ramos explica que la persona le indica en mensajes vía WhatsApp que de los 13 millones, devuelva cuatro millones, con carácter urgente y que sean llevados de forma física a la oficina de un dealer, ubicado en la avenida Núñez de Cáceres de la capital.
Sostiene que ese mensaje establece que el dinero sea entregado al hermano de Quirino, Danilo Paulino Castillo, y que de lo contrario utilizarían otros métodos que no conlleva comunicación.
“Feliz días y estamos dispuestos a cobrarle en el terreno y en la condición que usted entienda iniciando con el diálogo”, señala la fiscal que indica uno de los mensajes.
Precisa que el primer mensaje lo recibió de un número de teléfono desconocido para ella y de una persona que se identificó como Manuel, a quien decidió bloquear porque insistía en el pago de la deuda, pese a que le indicó que siempre se maneja en el sistema formal financiero.
Explica que, al bloquearlo, esa persona decidió luego escribirle desde otro número telefónico. “Debido a lo antes indicado, igual que (en la) ocasión anterior, procedí a bloquear este número desconocido también”, refiere Ramos Castillo en la comunicación enviada a Germán Brito, Berenice Reynoso y Sepúlveda.
Dice que esa persona apeló a un tercer número telefónico para seguir enviando mensajes amenazantes, con la advertencia de que tenía un plazo de 72 horas para atender sus exigencias de pago.
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